SAN BERNARDINO, California, EE.UU.
AP
Un incendio feroz al este de Los Ángeles quemó varias casas al avanzar por montes y desierto y llegó a medir unos 127 kilómetros cuadrados (49 millas cuadradas). Las autoridades están averiguando quienes son los dueños de las propiedades afectadas.
Los bomberos tratan de apagar el siniestro en medio de altas temperaturas, clima seco y ventoso, que se prevé continuará hasta hoy por la noche.
Eso dejó a los evacuados en un limbo cruel, obligados a pasar otra noche sin saber si sus pertenencias fueron afectadas.
Uno de los evacuados es Shawn Brady, quien escuchó a uno de sus vecinos decir que las llamas habían pasado por su cuadra. Pero Brady estaba esperando confirmación oficial.
«Lo que me han dicho es que las llamas actualmente están pasando rápidamente por mi casa», dijo Brady, trabajador portuario que vive en las afueras del pueblo evacuado de Wrightwood con su madre, hermana y un perro.
«Estoy tratando de mantenerme optimista», dijo Brady afuera de un refugio para evacuados en Fontana. «Lo peor es no saber lo qué está pasando».
Funcionarios de bomberos del condado de San Bernardino solo pudieron confirmar que docenas de instalaciones se habían quemado, y que la cantidad de daños probablemente sea alta.
«Habrá muchas familias que llegarán a casa y no les quedará nada», dijo el miércoles el jefe de bomberos del condado Mark Hartwig, luego de sobrevolar el área y describirla como «devastadora».
«Pegó duro. Pegó fuerte. Golpeó con una intensidad que no habíamos visto antes», dijo.
Bomberos al menos habían establecido un punto de apoyo para controlar las llamas al día siguiente de que el siniestro comenzó por razones desconocidas en Cajon Pass, cerca de la carretera interestatal 15, arteria vital entre Los Angeles y Las Vegas. El incendio estuvo contenido en 4% el miércoles.
La Patrulla de Caminos de California reabrió parcialmente la autopista 15 el miércoles por la noche. El sentido sur seguía cerrado el jueves y su reapertura depende de las reparaciones de los barandales.