Damasco/Berlín
DPA
La milicia terrorista Estado Islámico (EI) puso en libertad a la mayor parte de los habitantes de Manbij que habían sido secuestrados por los yihadistas durante su repliegue de esa ciudad en el norte de Siria, informó hoy el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
«Los civiles fueron puestos en libertad en las afueras de la ciudad y cerca de la ciudad de Jarablus, en la frontera con Turquía, después de que los combatientes del EI llegaran a sus refugios», indicó el Observatorio.
Según un portavoz militar kurdo, los yihadistas tomaron ayer como escudos humanos a unos 2 mil habitantes de Manbij cuando abandonaban la asediada ciudad.
Después de más de dos meses de combates, las Fuerzas Democráticas de Siria, una alianza de combatientes sirios liderada por kurdos, reconquistó ayer Manbij con apoyo aéreo estadounidense. La ciudad, que estaba en manos del EI desde 2014, es estratégicamente importante porque a través de ella pasa una importante ruta de abastecimiento hacia el bastión yihadista Al Raqqa.
Manbij «está bajo pleno control», afirmó Nasser Haj Mansour, de las Fuerzas Democráticas de Siria, formadas en su mayoría por kurdos. Las operaciones para localizar extremistas que puedan haberse ocultado en la ciudad seguían en marcha.
Las Fuerzas Democráticas de Siria lanzaron a finales de mayo una ofensiva para retomar Manbij al abrigo de bombardeos de la coalición que lidera Estados Unidos. Manbij es un punto clave de conexión de los territorios del autoproclamado califato del grupo radical en Siria e Irak con el resto del mundo.
Este sábado también continuaron los enfrentamientos en Alepo. La antigua metrópoli en el norte de Siria está dividida entre un sector controlado por las tropas gubernamentales, en el oeste, y una zona en poder de los rebeldes, en el este.
Los grupos rebeldes en el este de Alepo, encabezados por islamistas, lograron la semana pasada romper el cerco impuesto durante varias semanas por el Ejército pero hasta el momento no han conseguido establecer un corredor seguro para el abastecimiento de los combatientes y la población civil.
De acuerdo con informaciones sin confirmar de activistas en Alepo, helicópteros del Ejército lanzaron el miércoles varios contenedores con el producto químico potencialmente mortal sobre la ciudad. Al menos tres personas habrían muerto a causa del gas.
El ministro alemán de Cooperación al Desarrollo, Gerd Müller, acusó a la Unión Europea de falta de acción en el conflicto sirio y reclamó un programa de emergencia de la UE para Siria, así como para los países vecinos.
«Con un fondo de refugiados de la UE, al que contribuyan todos los países que acojan pocos refugiados, un comisionado especial de la UE y una institución benéfica para los refugiados podríamos demostrar la capacidad de actuar de la UE», aseguró a la revista alemana «Focus». «Es vergonzoso que no lo consigamos. Bruselas debe por fin actuar», agregó.
Müller propuso un programa de emergencia por valor de 10.000 millones de euros para evitar que la situación de los refugiados en Siria y alrededor de ese país continúe empeorando. Especialmente Líbano, el norte de Irak y Jordania necesitan urgentemente ayuda, indicó. «Si no, se ciernen también sobre nosotros consecuencias imprevisibles», alertó.
El ministro aseguró que está «consternado» por la falta de ayuda de la ONU, las potencias mundiales, pero también de Europa de cara a la miseria en Siria. Quien ignora la terrible situación de los civiles en Alepo comete un crimen, aseguró. «Alepo es el grito de socorro de 300 mil personas desesperadas hacia nosotros: ‘No nos dejen morir'», agregó.