BEIRUT, Líbano
AP
Ataques aéreos contra Raqa, la capital de facto del Estado Islámico, mataron hoy al menos a 20 civiles, en una nueva serie de bombardeos luego de que Turquía llamó a Rusia a lanzar operaciones conjuntas contra el grupo extremista, dijeron activistas sirios.
La proposición del canciller turco Mevlut Cavusoglu se produjo tras una reunión entre los líderes de Rusia y Turquía en la que se acordó enmendar los lazos.
Cavusoglu anunció además que su país reanudará sus ataques aéreos contra posiciones del Estado Islámico en Siria, meses después de haberlos suspendido en medio de una disputa con Moscú. Dijo en una entrevista con la televisora privada turca NTV que Ankara «tomará de nuevo con sus aviones parte activa en la operación» contra posiciones del Estado Islámico.
Turquía había suspendido temporalmente su participación limitada en la campaña aérea de la coalición encabezada por Estados Unidos luego de que sus relaciones con Moscú empeoraron cuando aviones de la fuerza aérea turca derribaron un avión militar ruso en la frontera con Siria en noviembre.
Rusia respondió entonces desplegando misiles antiaéreos de largo alcance en su base en Siria, 50 kilómetros (30 millas) al sur de la frontera con Turquía, e imponiendo una serie de sanciones.
«Sobre el asunto de Daesh (Estado Islámico), hemos hecho un llamado a Rusia. Dijimos que tenemos un enemigo común contra el que podemos pelear juntos», afirmó.
También hoy, activistas sirios reportaron que al menos 20 civiles murieron en Raqa, la capital del grupo Estado Islámico en el norte de Siria.
El grupo local de activistas «Raqa es asesinada en silencio» dijo que los ataques aéreos cortaron además el suministro de agua en la ciudad. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, reportó los ataques y dijo que 24 civiles murieron, junto con otras seis personas cuyas afiliaciones e identidades no fueron confirmadas.
Ambos grupos dijeron que los ataques fueron lanzados por aviones rusos, aunque no estaba claro cómo lo determinaron.
Por otra parte, al menos dos personas murieron por un bombardeo del gobierno sirio en un barrio rebelde de la disputada ciudad de Alepo, en un supuesto ataque con gas cloro, según un rescatista sirio y activistas de la oposición.
En el ataque de anoche sobre el barrio oriental de Zabadieh se lanzaron al menos cuatro bombas de barril, una de las cuales habría liberado el gas cloro. Un padre rememoró los dramáticos minutos que había pasado luchando por respirar, refugiado con su familia en los últimos pisos de su edificio de apartamentos mientras un gas asfixiante llenaba el corredor.
El ataque se produjo horas después de que el ejército ruso, que combate junto a las fuerzas de del gobierno sirio en la guerra civil, prometiera un alto el fuego diario de tres horas para permitir la ayuda humanitaria en las zonas asediadas.
El teniente general Sergei Rudskoi, del Estado Mayor del Ejército ruso, expresó que los recesos en el fuego se cumplirían de las 10 de la mañana a la 1 de la tarde, hora local, a partir de hoy para permitir la distribución de ayuda.
Las noticias sobre posible empleo de armas químicas en Siria «son una gran preocupación», afirmó el jueves la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.
La agencia, con sede en Holanda, dijo en un comunicado que el uso de armas químicas, por parte de cualquier en cualquier circunstancia, es «reprobable», e informó que sigue analizando todas las denuncias creíbles que recibe.
El rescatista Khaled Harah, que trabaja en la zona de Alepo controlada por los rebeldes, dijo que un helicóptero del gobierno había dejado caer cuatro bombas de barril en el barrio de Zabadieh, una de los cuales liberó gas cloro y provocó la muerte que una madre y sus dos hijos.