Cracovia
DPA

El Papa Francisco quiere una Iglesia más abierta y modesta, y que esta apertura no sea como hombres de poder, sino como esclavos, declaró hoy durante la misa celebrada en el santuario dedicado a Juan Pablo II en Cracovia.

«Él (Jesús) deseó desde el principio que la Iglesia salga, que vaya al mundo. Y Él quiere que lo haga de la misma manera en que fue enviado al mundo por el Padre: no como un hombre de poder, sino como un esclavo», dijo durante la homilía ante sacerdotes, seminaristas y prelados celebrada en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

«En nuestra vida como sacerdotes y personas marcadas por Dios, a menudo ocurre que intentamos permanecer encerrados un poco en nosotros mismos y en nuestro círculo, bien sea por temor o por comodidad», añadió el pontífice argentino. «Pero la dirección que nos da Jesús es una carretera de sentido único: salir de nosotros mismos. Es un viaje sin billete de vuelta».

Cualquiera que se haya decidido a vivir su vida como lo hizo Jesús no debe desperdiciar «el tiempo en planear un futuro seguro y bien remunerado, para no caer en el aislamiento o la oscuridad, encerrado en sus propias paredes de un egoísmo sin esperanza y sin alegría», añadió.

Mañana es el último de los seis días que se ha prolongado esta JMJ 2016. Antes de su regreso a Roma, el pontífice visitó hoy el Santuario de la Divina Misericordia, cerca de Cracovia, y tomó en confesión a varios jóvenes. Además, se reunió con una chica sin piernas, cuyas prótesis había pagado el propio Papa.

Juan Pablo II consagró la nueva basílica en 2002, en su última visita a su tierra natal, cuando ya era un anciano frágil de 82 años. Entonces recalcó su apego especial a Santa Faustina, que fomentó la devoción a la Divina Misericordia con la narración de sus visiones de Jesús.

Monjas y sacerdotes cantaron y ondearon pequeñas banderas para recibir a Francisco a su llegada a la amplia iglesia. Después, el Papa rezó ante la capilla dedicada a la santa, donde está enterrada.

Mientras que centenares de miles de jóvenes viajaron estos días a Cracovia para la JMJ, cientos de católicos sirios también se unieron desde Alepo. Unos 1.200 jóvenes enviaron desde allí un videomensaje a Jorge Bergoglio en el que se ve cómo se suman a las celebraciones pese a los bombardeos que asolan la ciudad.

Después acudió al cercano santuario a San Juan Pablo II, también en el distrito de Lagiewniki. El lugar fue consagrado en 2013 y dedicado al pontífice fallecido, que sigue siendo un motivo de orgullo en Polonia. El recinto acoge las reliquias del pontífice polaco, aunque su cuerpo está enterrado en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

La cercanía entre los dos santuarios provocó algunas críticas inesperadas porque dividió a los asistentes entre los templos durante las ceremonias.

Francisco estaba en Polonia para participar en el Día Mundial de la Juventud, una celebración global de jóvenes católicos, durante su gira de cinco días.

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