ANSBACH, Alemania
AP

Un sirio que no logró recibir asilo en Alemania se inmoló la víspera e hirió a 15 personas, después de que no se le permitió entrar en un festival de música al aire libre en el sur del país, informaron las autoridades alemanas el lunes. Fue el cuarto ataque que sufre Alemania en una semana, tres de ellos cometidos por personas que recién habían inmigrado.

El autoproclamado Estado Islámico (EI) reivindicó hoy el ataque suicida en Ansbach.

La agencia Amaq, vinculada a la milicia terrorista, señaló que el atacante es uno de sus «soldados» que respondía a los llamamientos de atacar a los Estados miembro de la coalición internacional que combate al grupo en Irak y Siria.

La reivindicación fue colgada en la aplicación de mensajes Telegram en nombre de la agencia de noticias Amaq y cita «fuentes de seguridad» en condición de anonimato.

La noticia llegó poco después de que el ministro del Interior bávaro, Joachim Herrmann, revelara que el atacante, un solicitante de asilo procedente de Alepo, en Siria, había jurado lealtad al líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi.

El hombre de 27 años, que no ha sido identificado por las autoridades, hizo estallar una mochila con explosivos y fragmentos afilados de metal a manera de metralla fuera de un bar, después de que no se le permitiera entrar en el recinto de conciertos en la localidad de Ansbach porque no tenía boleto.

Un funcionario de seguridad de Baviera dijo que el atacante había recibido asilo en Bulgaria. Precisó que la policía allanó la casa del atacante y que encontraron videos violentos y material para hacer bombas.

Tres de los 15 heridos sufrieron heridas graves en la explosión.

La solicitud de asilo del sospechoso se rechazó hace un año, pero se le permitió quedarse en Alemania debido a la guerra en Siria.

El hombre, que no fue identificado, había recibido atención psiquiátrica varias veces, dijo Herrmann, incluido tratamiento tras haber intentado suicidarse.

La policía dijo que también se le había fichado por posesión de drogas.

Las autoridades registraron por la mañana un refugio en los alrededores de Ansbach.

Un equipo de 30 investigadores entrevistó a los conocidos del hombre y analizaba las pruebas reunidas en el lugar donde vivía.

Cuando se le preguntó si el agresor podría tener lazos con el grupo Estado Islámico, Herrmann dijo que no podía descartarse, pero que por el momento no había indicios concretos de ello.

«La intención evidente de matar a más personas indica una conexión islamista», dijo a dpa.

El suceso se produjo en un momento en el que Alemania, y en concreto el estado sureño de Baviera, se encontraban ya en tensión.

Antes el domingo, un hombre sirio mató a una mujer con un machete e hirió a otras dos ante una estación de autobuses en la ciudad suroccidental de Reutlingen antes de ser detenido. La policía dijo que no había indicios que relacionaran el crimen con el terrorismo, y que al parecer el agresor conocía a la mujer a la que mató.

Dos días antes, un hombre mató a nueve personas e hirió a decenas en un tiroteo en un centro comercial de Múnich.

Y el pasado lunes, cinco personas resultaron heridas cerca de Wurzburgo después de un ataque con un hacha que comenzó en un tren. Un solicitante de asilo afgano de 17 años murió abatido por la policía cuando trataba de huir. El grupo extremista Estado Islámico reclamó la autoría del ataque en Wurzburgo.

Estos ataques se produjeron poco después de que un tunecino al volante de un camión matara a 84 personas al arremeter contra una multitud que celebraba el Día de la Bastilla en Niza, en la famosa Riviera Francesa.

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