BERLIN
AP

Un solicitante de asilo afgano de 17 años exclamó ayer «Allahu akbar» («Dios es grande») mientras atacaba con un hacha y un cuchillo a los pasajeros de un tren del sur de Alemania, según las autoridades alemanas. Al menos cinco personas resultaron heridas.

Los investigadores que registraron la habitación del joven encontraron una bandera pintada a mano del grupo Estado Islámico, explicó hoy en la televisora pública el ministro bávaro del Interior, Joachim Herrmann.

El atacante fue abatido por una unidad especial de la policía que por casualidad estaba cerca.

«Incluso durante la primera llamada de emergencia, un testigo dijo que el agresor estaba gritando ‘Allahu akbar’ en el tren», dijo Herrmann a la televisora ZDF. «También, durante el registro en su habitación, se encontró una bandera de EI pintada a mano».

Herrmann señaló que es demasiado pronto para extraer conclusiones sobre los motivos del agresor.

El grupo extremista EI reivindicó el ataque hoy a través de su agencia de noticias Aamaq.

En un comunicado, la milicia radical identificó al agresor como «un miembro del (grupo) Estado Islámico» y afirmó que el suceso había respondido a sus llamadas a atacar a países miembros de la coalición contra el grupo EI.

El joven, que no fue identificado por las autoridades, llegó a Alemania hace dos años como un menor sin acompañante y el pasado marzo pidió asilo. Vivió en un alojamiento para refugiados adolescentes hasta hace dos semanas, cuando fue reubicado con una familia de acogida en la zona de Wurzburgo. Los investigadores entrevistaban a la familia, testigos y amigos del atacante.

Una nota encontrada en su habitación indica que podría haberse radicalizado por cuenta propia, señaló un responsable de seguridad alemán.

El joven había escrito notas en pastún que indicaban que podría haberse radicalizado por su cuenta, explicó a la prensa el ministro bávaro de Interior, Joachim Herrmann.

Las personas cercanas al agresor dijeron a los investigadores que parecía una persona tranquila y no abiertamente religiosa, dijo Herrmann.

El agresor hirió a al menos cuatro personas dentro del tren cerca de Wurzburgo-Heidingsfeld el lunes en la noche, y también a una mujer que estaba fuera del convoy durante su huida.

Según testigos, el interior del vagón estaba cubierto de sangre y parecía «como un matadero», reportó la agencia de noticias alemana dpa. En el momento del incidente, en el tren viajaban unas 30 personas; más de una docena fueron atendidas por shock.

Hoy por la mañana pudo verse a funcionarios retirando el cadáver del joven del lugar de los hechos.

Artículo anteriorEquipo de Trump minimiza críticas por discurso de esposa del magnate
Artículo siguienteTurquía envía a EE. UU. cuatro informes sobre Gülen y pide su arresto