La Paz
DPA
El ministro boliviano de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, especula en el libro «BoliviaLeaks», que acaba de publicar en La Paz, con la posibilidad de que el Departamento de Estado de Estados Unidos pudo haber concebido en 2008 el asesinato o un golpe de Estado al presidente Evo Morales.
El ministro, hombre de extrema confianza del mandatario, destaca en el libro presentado ahora en La Paz que «los acontecimientos de agosto y septiembre de 2008 hacen presumir que el Departamento de Estado de Estados Unidos concibió seriamente la posibilidad de un golpe de Estado y/o el asesinato del Presidente Evo Morales Ayma como lo revela el cable 08LAPAZ2083a del 24 de septiembre de 2008, mediante el cual anunciaba a su embajada en La Paz prepararse para ese acontecimiento».
Quintana sostiene que el entonces embajador estadounidense, Philip Goldberg, «con su puño y letra redactó el plan golpista en Bolivia describiendo todas las acciones conspirativas, las reuniones con altos representantes de partidos políticos de la derecha».
El 10 de septiembre de 2008, Evo Morales declaró persona non grata al embajador Goldberg, quien tuvo que abandonar el país al que había sido destacado en 2006.
El mandatario afirmó en la oportunidad que Philip Goldberg había conspirado junto a los líderes opositores de varias regiones de Bolivia para desestabilizar a su gobierno.
Estados Unidos retrucó seis días después con la expulsión de Washington del embajador boliviano Gustavo Guzmán, y el Departamento de Estado descertificó a Bolivia en la lucha antidroga.
«A partir de entonces, Bolivia entró a la ‘lista negra’ de países no cooperantes junto con Venezuela y Birmania», destaca Quintana en el libro «Bolivialeaks. La injerencia política de los Estados Unidos contra el Proceso de Cambio (2006-2010)».
Desde la crisis de 2008, Bolivia y Estados Unidos no tienen embajadores en Washington y La Paz, respectivamente. Estados Unidos sigue siendo el tercer principal destino de las exportaciones bolivianas.
La embajada de EEUU en La Paz no se pronunció por el momento a lo señalado por el ministro Quintana en su libro.