SEUL, Corea del Sur
AP/DPA
Corea del Norte ha amenazada por «potentes» medidas no especificadas ante un plan de Estados Unidos para desplegar un avanzado sistema antimisiles en el Sur.
El comunicado publicado hoy por Pyongyang está plagado de la retórica beligerante del país que hace que todo sea visto como una amenaza externa.
Un ataque militar directo del vasto pero empobrecido ejército norcoreano parece improbable.
El comunicado militar del Norte, publicado en medios estatales, se produce tres días después de que Washington y Seúl dijeron que están cerca de determinar la ubicación para la terminal del sistema THAAD, de defensa en altura, para enfrentar mejor la amenaza que supone Pyongyang.
La nota contenía una de las amenazas favoritas y más repetidas del Norte: convertir Seúl en un «mar de fuego». Esta es una advertencia habitual desde 1994.
Corea del Norte anunció que cortará las vías de comunicación con Washington después de que Estados Unidos anunciara nuevas sanciones contra Pyongyang y su máximo líder, Kim Jong-un, informa la agencia estatal norcoreana KCNA, citada por la surcoreana Yonhap.
Kim se encuentra en una lista de sancionados por violaciones a los derechos humanos. Ésta incluye a responsables de campos de prisioneros y campos de trabajo forzado, y a quienes persiguen a desertores del régimen en todo el mundo.
Las sanciones contemplan el congelamiento de cualquier propiedad de los individuos en jurisdicción estadounidense y prohíbe a los ciudadanos norteamericanos hacer transacciones con ellos.
Estados Unidos y Corea del Norte no tienen relaciones diplomáticas formales, pero la misión de Pyongyang ante la ONU en Nueva York sirve de principal canal de comunicación entre los dos países.
