BEIRUT, Líbano
AP

Algunos grupos de oposición en Siria cometen abusos similares a los del gobierno del presidente Bashar Assad, dijo Amnistía Internacional en un informe, en el que documentó una «escalofriante» ola de torturas, secuestros y ejecuciones sumarias en zonas controladas por la insurgencia.

El documento difundido hoy se basó en entrevistas a unos 70 individuos que viven o trabajan en la provincias de Idlib y Alepo, ambas en el norte, y que en algunas partes son controladas por los rebeldes.

Las arbitrariedades fueron cometidas durante más de cuatro años por cinco grupos armados, entre ellos algunos que tienen el apoyo de Estados Unidos y otras potencias regionales, y por la facción de Al Qaeda en Siria, dijo AI.

«Aunque algunos civiles en las zonas bajo control de los grupos de la oposición armada quizá dieron la bienvenida inicial a un escape del brutal régimen del gobierno sirio, han desaparecido las esperanzas de que estos grupos armados respeten los derechos porque toman con más frecuencia la justicia por su cuenta y han cometido graves abusos», expresó Philip Luther, director del programa para el Oriente Medio de Amnistía Internacional.

En el informe se documentan al menos 24 secuestros de activistas y personas de minorías étnicas y religiosas, así como de tres menores, de los cuales dos continuaban desaparecidos hasta la semana pasada.

Amnistía Internacional, con sede en Londres, también documentó las ejecuciones sumarias con armas de fuego, algunas en público, de combatientes progubernamentales, hechos que afirma constituyen crímenes de guerra. El grupo exhortó a los países que apoyan a la insurgencia a que cancelen los envíos de armas a las organizaciones insurgentes implicadas en la comisión de arbitrariedades.

Algunas personas fueron secuestradas por criticar a los grupos armados o simplemente por tocar música. Los activistas que hacen periodismo en las zonas de conflicto dijeron haber recibido amenazas por difundir información crítica.

Algunos señalaron que se les dejó suspendidos de las muñecas durante horas, o que les pusieron un neumático como camisa con las manos atadas atrás de la espalda y que fueron golpeados, métodos de tortura que también ha utilizado el gobierno sirio.

Uno de los grupos, Ahrar al-Sham, afirmó en una carta que le gustaría reunirse con Amnistía Internacional para hacer aclaraciones aunque no respondió a ninguno de los señalamientos.

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