Madrid
DPA

«Cuando un hombre llega a casa y cambia un pañal, es recibido como un héroe; cuando una mujer lo hace, nadie lo nota porque se supone que es lo que tiene que hacer como madre». Con esta frase, Michelle Obama resumió hoy las distintas varas con las que se mide a hombres y mujeres impidiendo la igualdad efectiva.

La primera dama de Estados Unidos estaba llamada a hablar en Madrid sobre la desigualdad en los países en desarrollo, donde 62 millones de niñas carecen de educación y, por lo tanto, de oportunidades.

Habló de esas mujeres, pero dejó también en evidencia las contradicciones en países desarrollados como Estados Unidos y España, donde la ley prohíbe la desigualdad de género que sigue existiendo.

Los cambios no se consiguen sólo con leyes, defendió Michelle Obama en el centro cultural Matadero, ante un auditorio compuesto prácticamente sólo por mujeres. Fue la presentación en España de la iniciativa «Let girls learn» (Dejemos que las niñas aprendan)», que promueve el derecho a la educación de las niñas que no la tienen.

Estaba la reina Letizia de España, con la que mantuvo después un encuentro privado en el Palacio de la Zarzuela; también la vicepresidenta del Gobierno español en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, pero sus destinatarias directas fueron medio millar de escolares y universitarias que la recibieron de pie con una ovación cerrada.

«Tenéis el gran desafío de vuestra generación», les dijo, «cambiar corazones y mentes». Un cambio cultural por la igualdad que pasa, entre otras cosas, por alentar a las hijas a jugar al futbol, por decirles que pueden ser autoritarias y por enseñar a los hijos que pueden llorar, explicó Michelle Obama.

«El cambio de cultura es lo que tenemos que hacer para ayudar a estos 62 millones de adolescentes», dijo refiriéndose a la iniciativa a la que dedica gran esfuerzo en los últimos meses de mandato de su marido, el presidente Barack Obama, junto con quien la lanzó en marzo de 2015.

Acompañada por su madre, Marian Robinson, y sus dos hijas, Malia y Sasha, la primera dama llegó a Madrid tras haber estado los días anteriores en el marco de ese proyecto en Liberia y Marruecos, país este último en el que se le unieron las actrices Meryl Streep y Freida Pinto.

«Imagínense que a los 11 o 12 años alguien les dice ‘lo siento, eres chica, tienes que poner fin a tu educación», ejemplificó. Y contó la historia de superación de algunas mujeres que conoció los días previos.

«Quiero ser muy clara: no es solamente responsabilidad de los Gobiernos nacionales ayudar a estas mujeres. Cada uno de nosotros tiene la obligación de defender a estas adolescentes en todo el mundo», instó y animó a usar las redes sociales y las nuevas formas de comunicación como instrumento para ello.

Con su presencia en el acto, la reina Letizia apoyó a la primera dama de Estados Unidos diez días antes de que esta vuelva al país acompañando a su marido en la primera visita oficial de Barack Obama.

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