Berlín
DPA

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, fue denunciado hoy en Alemania por crímenes de guerra y de lesa humanidad en la región de Turquía habitada por la minoría kurda.

Las letradas de Hamburgo Britta Eder y Petra Dervishaj presentaron ante la Fiscalía General alemana en Karlsruhe una denuncia contra Erdogan y otros miembros del Gobierno turco en nombre de familiares de víctimas de las misiones militares y con el apoyo de políticos, activistas de derechos humanos, abogados y personalidades de Alemania.

La denuncia de más de 200 páginas acusa a las autoridades de crímenes cometidos durante las misiones del Ejército turco en los territorios kurdos en el suroeste de Turquía, como la muerte de 21 civiles durante un toque de queda en septiembre del año pasado en la ciudad de Cizre y el deceso de por lo menos 178 personas durante otro toque de queda decretado de diciembre a marzo en la misma ciudad.

Este último grupo se refugió en unos sótanos de los ataques de las tropas turcas y pese a haber pedido socorro, la mayor parte de ellos murieron calcinados.

Según las abogadas, declaraciones de testigos y otras pruebas abonan la sospecha de que los soldados turcos rociaron combustible en los sótanos y les prendieron fuego o que ultimaron a los civiles con armas pesadas y posteriormente quemaron sus cadáveres.

La denuncia también está dirigida contra el exprimer ministro turco Ahmet Davutoğlu y varios políticos, militares, policías y funcionarios.

La diputada del partido La Izquierda Ulla Jelpke, una de las personalidades que apoyó la denuncia junto con el cantautor Konstantin Becker, se manifestó escéptica sobre las posibilidades de que la denuncia prospere.

«El peligro de que la Justicia alemana eluda la responsabilidad como lo hizo en una denuncia similar contra Erdogan en el año 2011 sigue siendo elevado», dijo.

Sin embargo, rescató como positivo el hecho de que la opinión pública y el Gobierno alemán sean conscientes «de que en el futuro se oirá fuerte la protesta contra el accionar del socio de la OTAN hacia los kurdos y la oposición».

Organizaciones de derechos humanos criticaron los toques de queda en varias ciudades del sureste de Turquía. La localidad de Cizre, como otras, quedaron tras las operaciones militares turcas en un estado similar a las destruidas por la guerra civil en Siria.

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