Ciudad de México
DPA

Las autoridades mexicanas informaron anoche que fueron ocho los muertos que dejaron los enfrentamientos del domingo entre policías y maestros disidentes en el estado sureño de Oaxaca.

«Los peritos determinaron que siete fallecieron por disparos. El octavo muerto se debió a que estaba manipulando un artefacto explosivo», dijo el fiscal de Oaxaca, Joaquín Carrillo, en una conferencia de prensa.

Aunque el domingo se informó que dos de los fallecidos eran profesores, el funcionario detalló que ninguno pertenecía al magisterio.

El enfrentamiento ocurrió en la comunidad de Nochixtlán, donde policías y maestros de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se enfrentaron durante un operativo para desbloquear una autopista que había sido tomada por los docentes, quienes se oponen a una reforma educativa.

El comisionado general de la Policía, Enrique Galindo, reiteró en la conferencia que los elementos de seguridad no utilizaron armas de fuego y que los disparos fueron provocados por «grupos violentos» que se infiltraron en la protesta, ajenos a la CNTE.

«En todo momento tratamos de preservar el orden y la tranquilidad, pese a la confrontación», dijo, pero aseguró que si las investigaciones que se han iniciado determinan alguna responsabilidad de los policías, lo asumirán.

Por su parte, el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, reportó que las protestas del magisterio, que llevan varios días, han provocado escasez de alimentos, bloqueos de carreteras, desabasto de combustible, saqueos en algunos comercios y pérdidas de dinero en los negocios.

«Se ha identificado la presencia de grupos ajenos a la causa magisterial en los hechos violentos y en varios de los saqueos. Se trata de hechos inaceptables», agregó.

La CNTE se opone a la reforma educativa porque los obliga a ser evaluados y elimina privilegios. Frente a la violencia en la que ha derivado su protesta, autoridades y organizaciones civiles han exhortado tanto al magisterio como al Gobierno a entablar el diálogo.

El secretario de Gobernación (ministro del Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, calificó la situación de Nochixtlán de «grave» y reiteró que la fiscalía, la Comisión Nacional de Seguridad y la Comisión Nacional de Derechos Humanos se encuentran investigando los hechos para deslindar responsabilidades.

«Expreso mi solidaridad a las familias de quienes perdieron la vida y de quienes resultaron lesionados, entre los que se encuentran civiles y policías», manifestó.

Hasta el momento hay 23 detenidos, de los cuales cuatro son maestros, y el número de heridos es de 108, de los cuales 53 son civiles, 41 policías federales, tres de ellos con heridas de bala, así como 14 policías estatales, cinco de ellos por armas de fuego.

Artículo anteriorPiden evitar nueva crisis de migrantes entre Nicaragua y Costa Rica
Artículo siguienteLa UE prolonga las sanciones económicas contra Rusia