Managua
DPA
El anuncio de la inminente llegada a Costa Rica de unos 20 mil migrantes africanos en ruta a Estados Unidos generó alarma en Nicaragua, donde las ONG que atienden el sector pidieron evitar una nueva crisis humanitaria en la frontera entre ambos países.
En entrevista con dpa, Martha Cranshaw, coordinadora de la Asociación de Familiares de Migrantes (Nicas Migrantes) instó al Gobierno nicaragüense a dejar pasar a los africanos, contrario a lo ocurrido en 2015 con miles de cubanos varados en la frontera común.
«Yo espero que el Gobierno esta vez les permita cruzar la frontera y se coordine con los demás países de la región», señaló Cranshaw, quien dijo temer el estallido de «una nueva crisis migratoria» en Centroamérica.
El problema comenzó en octubre pasado con el arribo en forma masiva de 8 mil migrantes cubanos y luego de más de un millar de africanos. Los cubanos quedaron varados por tres meses en Costa Rica porque Nicaragua les cerró el paso y militarizó su frontera sur alegando razones de «seguridad nacional».
El asunto se resolvió estableciendo un puente aéreo entre Costa Rica, El Salvador, México y Panamá, que les permitió a los cubanos llegar a Estados Unidos y recibir trato migratorio preferencial.
Cranshaw advirtió que la situación podría repetirse en los días próximos, ya que las autoridades de Nicaragua no han dado muestras de querer modificar su posición ante las migraciones masivas.
La activista dijo que Nicaragua se ausentó por tercer año consecutivo de la Conferencia Regional de Migración de Centroamérica, un espacio privilegiado de los Gobiernos del istmo para resolver problemas de tipo consular, de trata y tráfico de personas.
Esa reunión, realizada del 6 al 10 de junio en Honduras, abordó de forma destacada el tema de las migraciones extra-continentales (desde África y Asia), así como de miles de cubanos, haitianos, jamaiquinos y ecuatorianos que han emigrado en meses recientes con la idea de alcanzar «el sueño americano».
