Manamá
DPA
La máxima autoridad religiosa chiita de Bahréin, el ayotalá Isa Qassim, ha sido despojado de su nacionalidad, informó hoy el Ministerio del Interior del reino árabe.
Qassim, de 79 años, es considerado como el líder espiritual de Al Wefaq, el principal grupo de oposición en Bahréin, que fue proscrito la semana pasada.
Una de las principales figuras religiosas chiitas del Golfo, Qassim representa también en Bahréin al ayatolá Ali al Sistani, un clérigo iraquí al que muchos chiitas de la región consideran su suprema autoridad religiosa.
El Ministerio del Interior sentenció que desde que adquirió la nacionalidad bahreiní, Qassim «ha fundado organizaciones de inspiración política extranjera y ha desempeñado un papel importante en la creación de un ambiente de extremismo sectario».
Sin embargo no está del todo claro que Qassim, nacido de una familia de pescadores en la isla de Duraz, en el norte de Bahréin, tuviera antes otra nacionalidad.
Las autoridades del país revocaron la nacionalidad a 208 personas en 2015, según la organización Amnistía Internacional, que consideró la táctica arbitraria y una ruptura de las obligaciones internacionales del país. Al Wefaq fue uno de los principales grupos opositores que participaron en el movimiento de protesta prodemocrático que surgió en 2011 en el reino de Bahréin, de mayoría chiita, inspirado en las revoluciones en Túnez, Egipto. Más de 100 civiles murieron durante las protestas, según cifras de la oposición.
Bahréin acusó a los manifestantes de ser un movimiento chiita sectario respaldado por Irán, el principal rival regional de Arabia Saudí.
En las últimas semanas se han renovado los movimientos contra la oposición, llevando al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a expresar su preocupación.
El famoso activista Nabeel Rajab fue detenido la semana pasada para ser interrogado sobre cargos de hacer circular falsa información que podría dañar al país. A comienzos de mes un tribunal de apelación subió la condena del líder encarcelado de Al Wefaq, Sheij Ali Salman, de cuatro a nueve años, acusado de intentar derribar el régimen.
Antes, Salman, considerado el más famoso líder de la oposición moderada, había sido antes condenado por insultar al Ministerio del Interior e incitar al odio sectario y a violar la ley. Sus abogados han denunciado su juicio y grupos defensores de derechos humanos, así como la ONU y Estados Unidos, han pedido su puesta en libertad.