Orlando
DPA
Al menos 50 muertos y 53 heridos: los detalles sobre lo que pasó en el club «Pulse» de Orlando van conociéndose poco a poco. Y lo primero que conmociona es que un solo atacante haya provocado tantos muertos, una situación inédita en Estados Unidos.
¿Qué hace el hecho distinto a los demás?
El de Orlando no sólo es el tiroteo con las consecuencias más graves en la historia de Estados Unidos, sino que tiene muchas dimensiones específicas. Probablemente involucra al fanatismo islámico, quizás al terrorismo internacional y con total seguridad está relacionado con las leyes sobre armas en Estados Unidos y los prejuicios contra los gays, lesbianas y otras minorías sexuales.
¿Qué pasó dentro del local para que murieran tantas personas?
No está del todo claro. A diferencia del «Bataclan» en París, el «Pulse» no es una sala con un escenario, sino un edificio bastante intrincado con cuatro espacios diferentes. El atacante tomó rehenes dentro. Aún hay que establecer si la policía debió haber actuado antes para salvar más vidas. Horas después de terminada la tragedia se seguían encontrando cuerpos en medio de un gran caos.
¿El atacante era un islamista?
Hay versiones contradictorias. El responsable, Omar Mateen, había sido investigado por la policía por sospecha de vínculos con el Estado Islámico (EI). Y la milicia se ha atribuido el atentado. Sin embargo, el padre y la ex esposa de Mateen dicen que no era muy religioso aunque sí muy inestable a nivel psíquico. Mateen no estaba en ninguna lista de sospechosos de terrorismo y el FBI no lo estaba investigando en la actualidad.
¿Cómo consiguió Mateen las armas?
Hasta el momento todo apunta a que las compró de manera legal pocos días antes de la masacre. Algo muy llamativo teniendo en cuenta que Mateen había sido vigilado por el FBI dos veces en los últimos años. En una de las ocasiones el motivo fueron sospechas de terrorismo, aunque de forma colateral. La compra de un arma de asalto como la que utilizó ya no está prohibida en Estados Unidos, al contrario que antes. El empleador de Mateen, una empresa de seguridad privada, explicó que sus trabajadores llevan un arma a diario.
¿Por qué eligió el club «Pulse»?
Por ahora se desconoce. Mateen condujo 170 kilómetros para llegar hasta allí con un automóvil de alquiler, así que no parece elegido al azar.
