Roma
DPA
Las patrullas puestas en marcha por Italia y la Unión Europea para rescatar a los migrantes que cruzan el Mediterráneo están contribuyendo también al enriquecimiento de los traficantes de personas, según concluye un estudio de la Universidad de Palermo en Italia.
Los profesores Carlo Amenta y Paolo Di Betta, asistidos por el fiscal de Palermo Gery Ferrara – un investigador experto en comercio y tráfico de migrantes- estudiaron el fenómeno desde un punto de vista econométrico.
«Las operaciones de las patrullas militares en el Mediterráneo (…) han hecho aumentar las llegadas (de migrantes), representando un incentivo y un factor positivo externo para el negocio de los traficantes de personas», señalan los académicos en una presentación escrita de su trabajo a la que tuvo acceso dpa.
Al tiempo que aumentan la seguridad en los mares, las misiones de rescate hacen también más atractivos los servicios ofrecidos por los traficantes, impulsando su negocio, señalan los investigadores, que cuantifican el denominado «efecto llamada».
Los expertos señalan que desde el inicio de las patrullas navales a finales de 2013, ha habido una media de unas 900 llegadas más a Italia al mes desde una determinada serie de países: Eritrea, Etiopía, Gambia, Mali, Níger, Nigeria, Senegal, Somalia y Sudán.
Suponiendo que cada migrante paga una media de 1.430 dólares, ello habría permitido a los migrantes ingresos extra de 1,3 millones de dólares al mes, o algo menos de 15 millones al año.
Esa cifra representa una cuarta parte de los beneficios anuales brutos estimados de los traficantes: más de 60 millones de dólares. El beneficio neto se elevaría a unos 40 millones, según los investigadores, que aseguran que sus cálculos son «muy prudentes».
Amenta, Di Betta y Ferrara publicarán su investigación en un diario académico, pero Amenta presentó algunas conclusiones premiliminares en un seminario de la Universidad de Cambridge la semana pasada, y compartió material al respecto con dpa.
La primera misión rescate de migrantes en el Mediterráneo fue «Mare Nostrum», lanzada por Italia después del naufragio en octubre de 2013 en un barco frente a Lampedusa en el que murieron 366 personas. Desde entonces ha sido reemplazada por varias operaciones de la UE y ONG privadas.