Madrid/Sevilla
DPA

El látigo de la corrupción, con el que el Partido Socialista (PSOE) atizó en los últimos meses a su gran adversario, el Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, se volvió hoy contra la formación tras el procesamiento de dos de sus históricos: los expresidentes regionales Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

A menos de un mes de las elecciones generales del 26 de junio en España, el juez que instruye la parte «política» del llamado «caso de los ERE», que investiga un presunto desvío de fondos públicos en Andalucía, dio el primer paso para sentar en el banquillo de los acusados a los ex presidentes de la región del sur de España.

La noticia cayó como un jarro de agua fría en el PSOE, que defendió la inocencia de Chaves y Griñán. Ambos procesados, referentes del socialismo español y ex ministros del Gobierno del país, pidieron la baja en el partido de forma voluntaria hasta que haya sentencia.

Las reacciones no tardaron en llegar. Fuerzas políticas como el PP, el izquierdista Podemos o el liberal Ciudadanos tildaron de «vergüenza», «bochorno», «decisión extremadamente grave» y también de «buena noticia» el procesamiento de los exdirigentes sociales.

«Estamos esperando que Pedro Sánchez nos dé explicaciones. Todos los españoles se las piden», dijo la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, citando al líder del PSOE.

Sánchez, quien en la campaña electoral de los comicios españoles del 20 de diciembre llamó «indecente» a Rajoy por los casos de corrupción que salpican a su partido, trató hoy de minimizar el impacto del procesamiento de Chaves y Griñán.

«Yo soy un político limpio», indicó antes de prometer que, si consigue gobernar, su Ejecutivo será el de la «honradez intransigente».

En las elecciones de diciembre, el socialista quedó en segundo lugar tras Rajoy. Los comicios se repiten ahora porque los partidos no fueron capaces de alcanzar en estos meses un acuerdo de Gobierno.

El «caso de los ERE», que investiga un presunto desvío de más de 850 millones de euros de dinero público dirigido a trabajadores y empresas afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE) entre 2001 y 2011, ha sido durante meses el arma utilizada por el PP para responder a los ataques de los socialistas por la corrupción.

La formación conservadora, que gobierna en España actualmente de forma interina, se vio lastrada en los últimos años por escándalos como el «caso Gürtel» o el llamado «caso Bárcenas», que investiga una presunta financiación ilegal en el partido.

Ahora, la sombra de los ERE recae de nuevo sobre el PSOE. Tras más de cinco años de pesquisas, el juez Álvaro Martín emitió hoy el auto de procesamiento de Chaves y Griñán y de otros seis ex responsables del Gobierno de Andalucía, tradicional bastión del PSOE en España.

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