WASHINGTON
AP
Donald Trump aceptó provisionalmente la propuesta de debate de Bernie Sanders, pero el multimillonario puso un precio alto por participar. Su condición es que la cadena de televisión que sea anfitriona del debate pague millones de dólares a obras de caridad.
Representantes de Fox News, ABC News y CBS News dijeron que sus respectiva cadenas están interesadas en ser sede de tal evento, pero no comentaron si estarían dispuestas a pagar los 10 millones de dólares que exige Trump para causas relacionadas con la salud de las mujeres. «Nosotros estamos siempre interesados en más oportunidades de escuchar a los candidatos», dijo Julie Townsend, vocera de ABC.
Trump dijo ayer que una cadena anfitriona ganaría millones por el incremento de teleaudiencia y debería estar de acuerdo en entregar al menos 10 millones de dólares a causas por la salud de las mujeres.
Pasando por alto el impedimento que representa el precio de Trump, Sanders tuiteó que estaba encantado de que Trump haya aceptado, y agregó: «hagámoslo en el estadio más grande posible».
Trump y Sanders ven beneficios potenciales en la búsqueda de un evento en horario de mayor teleaudiencia que no tendría precedente, en el que el virtual candidato presidencial republicano se enfrentaría contra el candidato desfavorecido en la contienda por la nominación presidencial demócrata, y excluiría a la probable candidata demócrata Hillary Clinton.
Pero está lejos de resultar claro si podrá realizarse tal evento. En septiembre, Trump propuso que la cadena de noticias CNN donara a obras de caridad ganancias de la transmisión del segundo debate de precandidatos republicanos. CNN nunca respondió a la solicitud, y la idea fue abandonada.
Clinton dijo ayer a reporteros que entendía que la propuesta de un debate Sanders-Trump era una «broma», y que espera con ansia debatir con Trump en la campaña para la elección general. Michael Briggs, portavoz de Sanders, dijo que la idea no era una broma. «Nosotros somos serios, y esperamos que el señor Trump lo sea también», enfatizó Briggs.
Señaló que Clinton rechazó reunirse con Sanders en otro debate demócrata. «La oficina de campaña de Clinton tuvo su oportunidad, pero prefirió en lugar de ello insultar a los votantes de California al dar marcha atrás en su compromiso de un debate aquí en mayo», dijo Briggs, refiriéndose a las elecciones primarias de California a realizarse el 7 de junio.
Dejar fuera a Clinton podría tener el efecto de desacreditarla, a pesar de su posición dominante que la tiene muy cerca de obtener la nominación presidencial del Partido Demócrata, y podría permitir a ambos hombres disparar contra ella sin recibir respuesta utilizando las décadas de servicio público de la exsecretaria de Estado y tachándola como parte de la dirigencia política de la que ambos se burlan.
