Ciudad de México
DPA

La embajadora designada por Estados Unidos a México, Roberta Jacobson, arribó ayer a la Ciudad de México y dio un breve discurso en el que dijo que «hay mucho por hacer» entre ambos países.

«Me siento extremadamente honrada por desempeñarme como embajadora de Estados Unidos en México. Hay mucho por hacer juntos y estoy emocionada por comenzar a trabajar con mis colegas en la embajada», dijo para la prensa.

México estuvo 10 meses sin contar con un embajador de Estados Unidos. La demora se debió al bloqueo que mantuvo el senador Marco Rubio a la votación en el pleno del Senado estadounidense del nombramiento de Jacobson, quien encabezó con éxito las negociaciones para el acercamiento a Cuba.

Rubio, de origen cubano, se opuso a esa política pero levantó el bloqueo en abril, lo que permitió la confirmación de Jacobson como representante en México.

«Espero que juntos podamos mantener una excelente comunicación entre nuestros dos países», manifestó tras su llegada al aeropuerto internacional de la Ciudad de México.

Jacobson dijo que su nombramiento es un «gran honor» y que tiene planeado viajar «a lo largo y ancho de México para conocer los atributos únicos de cada región y poder escuchar de viva voz a los mexicanos de todo el país».

La diplomática aseguró que en los siguientes días hablará sobre las relaciones bilaterales, pero que antes debe presentar sus credenciales al presidente de México, Enrique Peña Nieto.

Jacobson asumirá en un momento que la migración y los mexicanos han estado en el centro de las campañas presidenciales estadounidenses, en particular por críticas del republicano Donald Trump, aunque algunos creen que la nueva embajadora buscará mostrarse neutral.

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