Karina Vera leaves her brother's house after recovering a cooking pot and other usable items one week after the devastating earthquake on the outskirts of Pedernales, Ecuador, Saturday, April 23, 2016. The earthquake damage has added to the already heavy economic hardships being felt in this OPEC nation because of a collapse in world oil prices. Before the quake, Ecuador was bracing for a bout of austerity, with the IMF forecasting the economy would shrink 4.5 percent this year. (AP Photo/Rodrigo Abd)

Por GONZALO SOLANO, 

QUITO,

Agencia AP

Un nuevo sismo de 6,8 grados de magnitud se registró este miércoles en Ecuador, horas después de un temblor de similar magnitud que inicialmente dejó seis heridos y daños materiales leves, informaron las autoridades.

El movimiento se registró a las 11.46 horas (1646 GMT) y causó que decenas de personas salgan apresuradamente a las calles, especialmente en centros de estudios y edificios altos, y permanezcan atentos a eventuales nuevos movimientos.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) reportó el movimiento cerca de la zona de la costa del Pacífico devastada por otro terremoto el 16 de abril. El epicentro estuvo en el noroeste del país, a 29 kilómetros de la localidad de Rosa Zárate y a 156 kilómetros de la capital, Quito.

El ministro Coordinador de Seguridad, César Navas, dijo que «queda descartada la alerta de tsunami, seguimos haciendo el monitoreo pertinente… sabemos que son momentos difíciles que se están viviendo con las tensiones pertinentes, pero vamos a hacer las evaluaciones».

En las zonas más cercanas al epicentro se cortó el servicio eléctrico y las comunicaciones, que progresivamente están restableciéndose.

A las 02.57 horas (0757 GMT) un movimiento de 6,7 se produjo en la misma zona y despertó súbitamente a los ecuatorianos.

Tras ese movimiento, dijo que «hay seis personas que sufrieron heridas leves, pero sólo una de ellas ha sido afectada producto del reciente sismo, quien sufrió heridas por la caída de una pared».

Añadió que las otras cinco personas sufrieron heridas por la desesperación de salir y protegerse del movimiento telúrico.

«Pese a la alarma, pese al susto (este movimiento) es normal después del sismo que tuvimos el 16 de abril. Fuera de Manabí y Esmeraldas no existe ninguna novedad, en muchos sitios ni siquiera se ha sentido», dijo el presidente Rafael Correa en conferencia de prensa. Manabí y Esmeraldas fueron las provincias más afectadas por el terremoto de abril.

En esas dos regiones «hay pequeñas novedades, lesiones menores, daños materiales en viviendas que estaban afectadas por el sismo de abril que han acabado de colapsar, pero estaban deshabitadas», agregó el presidente.

Correa pidió calma y desactivó el Comité de Emergencia que se había establecido poco después del fuerte temblor que despertó a parte del país en la madrugada.

«La gente ha salido a las calles pero no tenemos mayores problemas por el momento. Fue un fuerte remezón y todos nos asustamos», dijo Jorge Zambrano, alcalde de Manta, una de las ciudades donde más se sintió el temblor, en declaraciones a radio Pichincha.

En las zonas afectadas por el terremoto de abril la gente salió a las calles con mochilas al hombro buscando sitios altos por temor a un tsunami. Inicialmente se cortó el servicio de energía eléctrica, que poco a poco se ha ido restableciendo.

En el movimiento telúrico de abril, con una magnitud de 7,8 grados, murieron 661 personas y decenas de miles quedaron sin hogar.

La economía ecuatoriana ya enfrentaba problemas antes de la tragedia de abril. Correa subió los impuestos para financiar la reconstrucción pero dijo que recuperar las localidades costeras y turísticas arrasadas por el sismo tomará años.

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