SAN SALVADOR, El Salvador
AP

El presidente Salvador Sánchez Cerén aseguró ayer que las medidas extraordinarias implementadas por su gobierno para combatir a las pandillas impactan con más fuerza a las organizaciones criminales y reafirmó su decisión de no pactar, ni dialogar con los delincuentes.

Sánchez Cerén, acompañado de todo su gabinete de seguridad, destacó que «hemos dado un viraje en el área de seguridad, pero necesitamos mantenerlo y alargarlo por más tiempo».

«Es lo que nosotros podemos presentarle al país ahora: una recuperación de la esperanza de que este país ahora va por el camino de derrotar al crimen», dijo el mandatario al presentar un informe sobre las acciones y la situación de la seguridad cuando está por cumplir dos años de gobierno.

Luego de una matanza de 11 trabajadores que estremeció al país y que las autoridades atribuyeron a las pandillas, el gobierno puso en marcha una serie de medidas extraordinarias que arrancaron al decretar estado de emergencia en siete cárceles y aislaron a los cabecillas de estos grupos criminales.

Días después la Asamblea Legislativa aprobó un paquete de medidas extraordinarias que afectan el sistema penitenciario y autorizó a las autoridades para someter a aislamientos severos a estos delincuentes. También le otorgó mayores facultades al gobierno para evitar las llamadas telefónicas desde los centros penales y se aprobaron medidas severas para las empresas telefónicas que no acaten la orden de bloquear las señales en los alrededores de las cárceles.

Para combatir a las pandillas, el gobierno desplegó un contingente de 1 mil soldados y policías de las fuerzas elites para buscar y desmantelar los grupos de pandillas que han emigrado a las zonas rurales, donde en las últimas semanas se han registrado enfrentamientos armados con las fuerzas gubernamentales.

El director de la Policía Nacional Civil, comisionado Howard Cotto, afirmó que el despliegue de las fuerzas especiales ha permitido la detención de 317 personas, la incautación de 31 armas de fuego, 15 vehículos y se recuperaron 183 casas que las pandillas habían sido tomadas por la fuerza.

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