Estambul
DPA
Funcionarios fronterizos turcos mataron y golpearon a refugiados sirios que intentaban cruzar la frontera a Turquía, acusó hoy la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW), contradiciendo la versión oficial turca de que mantiene abierta la frontera.
Sólo en abril y en marzo, tres refugiados y dos traficantes de personas, entre ellos un joven de 15 años, murieron y 14 personas resultaron gravemente heridas a consecuencia de esas acciones, aseguró la organización en un informe publicado hoy.
La mayor parte de los abusos se produjo en la frontera al sur de la ciudad turca de Antioquía.
«Pese a que representantes del Gobierno turco reiteran que los refugiados sirios son recibidos con los brazos abiertos, los vigilantes de la frontera matan y golpean a los migrantes», aseguró el portavoz de HRW, Gerry Simpson, que consideró «espantosos» los sucesos.
La frontera entre Siria y Turquía lleva cerrada desde agosto de 2015, según HRW, que exigió al Gobierno de Ankara que deje de emplear esa «violencia excesiva», que investigue los incidentes y que reabra las fronteras a los refugiados.
Simpson criticó también a la Unión Europea (UE), al señalar que su política de refugiados está llevando a que Turquía rechace los migrantes. «Los funcionarios de la UE deberían reconocer que su luz roja a la entrada de refugiados da a Turquía luz verde para cerrar sus fronteras, por lo que los refugiados golpeados por la guerra deben pagar un alto precio, al quedarse sin un lugar al que ir», dijo Simpson.
HRW y Amnistía Internacional ya acusaron en varias ocasiones a Turquía en el pasado de enviar a los refugiados de vuelta a Siria, algo que niega el Gobierno de Ankara.