Por JENNY BARCHFIELD
RÍO DE JANEIRO
Agencia/AP

Socorristas buscaban ayer a más víctimas del derrumbe de una ciclovía elevada descrita como un importante legado de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en tanto que el ayuntamiento dijo que ha contratado a agencias independientes para que estudien las causas de lo sucedido.

Un tramo de 50 metros (164 pies) de la ciclovía Tim Maia, inaugurada hace tres meses frente al océano, se vino abajo el jueves después de que al parecer lo golpeó una ola muy fuerte.

Helicópteros recuperaron los cadáveres de dos víctimas en el mar, en tanto que el jefe de las unidades de rescate marítimo del departamento de bomberos dijo que embarcaciones, helicópteros y aviones proseguían la búsqueda en el mar de otras posibles víctimas.

Según testigos citados por diversos medios, un total de cinco personas quizá se encontraban en esa sección de la ciclovía cuando una gran ola azotó un acantilado rocoso, la zafó de los soportes e hizo que cayera hacia las rocas y el mar que se encuentran debajo.

Esas versiones suscitaron conjeturas de que la sección caída tal vez no estaba debidamente afianzada en los soportes.

Las construcciones deficientes son un problema constante en Brasil, donde la corrupción permea en muchos proyectos del sector.

Los ingenieros también han planteado la posibilidad de que no se hubiera tomado en cuenta en la construcción de la ciclovía el oleaje fuerte típico del lugar en la costa de Río de Janeiro.

En un comunicado, el ayuntamiento dijo que una destacada escuela local de ingeniería y una agencia federal investigadora de asuntos del mar inspeccionarán el trayecto de la ciclovía en un intento por determinar la causa del accidente y qué se necesita hacer para impedir hechos similares.

Las agencias tienen previsto presentar sus informes en 30 días, y mientras tanto la ciclovía permanecerá cerrada. También inspeccionan una ampliación del trayecto de la pista que está en construcción, según el comunicado.

«Vamos a encontrar las responsabilidades, dondequiera que se encuentren», señaló en un comunicado el secretario ejecutivo municipal, Pedro Paulo Crvalho.

En una entrevista horas antes con la televisora Globo, Carvalho reconoció que la ingeniería del trayecto «está bajo sospecha», pero agregó que «lo que no podemos hacer es adelantarnos a un diagnóstico prematuro».

Inaugurada con grandes fanfarrias el 17 de enero, la ciclopista Tim Maia enlaza los vecindarios lujosos de Sao Conrado y Leblon, ubicados arriba de acantilados frente al mar a lo largo de la costa.

El alcalde de Río, Eduardo Paes, había elogiado el trayecto ciclista de cuatro kilómetros (2,5 millas) como «la ciclopista más bella del mundo».

Aunque no sería escenario de competencias en la justa, la construcción de la ciclopista se debió a los Juegos Olímpicos de Río, que se llevarán a cabo del 5 al 21 de agosto, y es ampliamente considerada como uno de los legados más positivos de la justa deportiva.

Sin embargo, poco después de su inauguración el 17 de enero, los detractores se quejaron de que su angostura hacía a los usuarios vulnerables a los asaltos.

Otros se quejaron de que sus materiales eran baratos, y señalaron que algunas partes ya presentaban oxidación y le faltaban partes a los pasamanos.

El proyecto tuvo un presupuesto inicial de 35 millones de reales (10 millones de dólares), pero después aumentó 30% a 45 millones de reales (12,5 millones de dólares) y fue entregado con retraso de seis meses, informó el viernes el periódico O Globo de Río de Janeiro.

El derrumbe del tramo de la ciclopista es el incidente más reciente en una serie de problemas que agobian los preparativos para los Juegos Olímpicos, los cuales incluyen preocupaciones sobre el brote del virus del zika, agitación política que podría acarrear la caída de la presidenta Dilma Rousseff, bajas ventas de boletos y recortes presupuestarios en medio de la peor recesión en décadas en Brasil.

Artículo anteriorAllanan depósito de bufete en líos por los Papeles de Panamá
Artículo siguienteLos ecuatorianos buscan comida y agua tras terremoto