Por FRANKLIN BRICEÑO,
LIMA,
Agencia AP
La conservadora Keiko Fujimori fue la más votada en las elecciones presidenciales de Perú, pero deberá enfrentarse al preferido por los mercados, Pedro Kuczynski, en una segunda vuelta que se disputará entre candidatos de derecha el próximo 5 de junio, según datos oficiales.
Escrutados el 40,3% de los votos totales Fujimori, del movimiento Fuerza Popular, alcanza 39,18% mientras que Kuczynski, del movimiento Peruanos por el Kambio, obtiene 24,25%.
Para ganar la presidencia en primera vuelta un candidato requiere obtener el 50% más uno de los votos.
Más de 22 millones de peruanos podían votar para elegir al sucesor del presidente Ollanta Humala, quien entregará el poder al ganador de la segunda vuelta el 28 de julio. También se elegía a 130 legisladores del Congreso unicameral y cinco representantes al Parlamento Andino.
En tercer lugar quedó la legisladora izquierdista Verónika Mendoza, de 35 años, que obtuvo el 16,57% y llevó el voto de amplios sectores incómodos con el modelo económico. «Pase lo que pase sigamos unidos como un solo puño», dijo Mendoza a sus seguidores desde un balcón en una casa de Cusco, la ciudad sureña donde nació.
Keiko Fujimori, de 40 años y con estudios de administración de negocios en Estados Unidos, ha recibido el apoyo de los peruanos que todavía valoran a su padre, Alberto Fujimori.
Durante su gestión (1990-2000), Alberto Fujimori detuvo la hiperinflación y la insurgencia de Sendero Luminoso. Otros lo recuerdan por la disolución del Congreso en 1992 y el robo de hasta 600 millones de dólares de las arcas públicas, según la organización Transparencia Internacional.
Fujimori es el único ex presidente peruano preso y cumple una sentencia de 25 años de cárcel por su autoría mediata en el asesinato de 25 personas a manos de un escuadrón militar. Tiene otras cuatro sentencias por corrupción, una de ellas por el desvío de dinero público para financiar tabloides que difamaron a sus rivales durante épocas electorales.
«El Perú quiere la reconciliación y no quiere más peleas, representamos a esa voz de peruanos que vienen reclamando la presencia del estado», dijo Keiko Fujimori parada sobre un camión en las afueras de un hotel cinco estrellas en una zona residencial de Lima. Más de la mitad de peruanos dijo hace un mes que jamás votará por la hija de Alberto Fujimori.
Kuczynski, ex funcionario del Banco Mundial de 77 años, propone usar su experiencia para impulsar la inversión con la continuación de los megaproyectos mineros y, al igual que Fujimori, anuncia un fuerte plan de inversiones en infraestructura que genere empleo y reactive la economía.
Pensando en conquistar votos para una segunda vuelta, Kuczynski, cuyo padre fue un médico alemán que trabajó en la selva peruana combatiendo la lepra, dijo a la prensa «yo me crié en el campo muy lejos de Lima, conozco algo de la sierra y bastante de la Amazonía, creo en la herencia social alemana de servicios públicos de primer nivel».
Con sus simpatizantes en los sectores más acomodados, su español de acento foráneo y su hasta hace poco pasaporte estadounidense, Kuczynski podría hallar dificultades para conectar con los sectores populares, en especial en las zonas rurales donde el expresidente Fujimori sigue teniendo apoyo.
Los comicios se desarrollaron con normalidad, pero el sábado Sendero Luminoso mató a ocho militares y dos choferes civiles que viajaban en camionetas al poblado Matichacra para brindar seguridad en los comicios, según la fiscalía especializada en delitos de terrorismo. Es el mayor ataque en el gobierno del presidente Ollanta Humala que acaba el 28 de julio.
El gobierno desplegó más de 52.000 militares para resguardar los centros de votación del país y envió tropas de élite al poblado andino de Matichacra para reforzar la seguridad.
Fujimori repudió el ataque. «Estos hechos no deben ocurrir en ninguna parte, menos en nuestro país», dijo. «Este gobierno de Ollanta Humala ha permitido que no solamente la delincuencia avance en las calles sino que Sendero Luminoso siga», añadió.
Maritza Sacsara, una mujer de 40 años que ejercía su voto en la capital de la sureña región Ayacucho, comentó a The Associated Press que votó «por Keiko porque es una líder nata, tiene el mejor plan de gobierno y para poder realizarlo demoró más de cinco años recorriendo los pueblos más alejados del Perú y buscando las soluciones».
Según historiadores, es la cuarta elección sin interrupciones de golpes militares, hecho que no ocurría desde inicios del siglo XX, en la que se elige en las urnas a un presidente.