Por LOLITA C. BALDOR
WASHINGTON
Agencia/AP
Los altos mandos militares de Estados Unidos se toman su neutralidad muy en serio, pero la elección presidencial de este año —con referencias a temas de seguridad nacional que incluyeron propuestas para bombardeos masivos en ciudades sirias o interrogatorios a extremistas empleando una técnica conocida como «ahogamiento simulado»— hace que la plana mayor del ejército navegue por un campo minado en lo político.
A los altos cargos, desde el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos a los que están por debajo en el escalafón, se les pide con frecuencia comentarios sobre las declaraciones de los aspirantes a ocupar la Oficina Oval.
Históricamente se ha disuadido a los miembros del ejército de manifestarse en campañas políticas porque el candidato al que critican podría llegar a convertirse en comandante en jefe.
El jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Joseph Dunford, expresó que pronto enviará un mensaje formal al ejército instando al personal militar a mantenerse al margen de la campaña presidencial.