Bruselas
DPA

La Comisión Europea aspira a un mejor reparto de los refugiados en Europa y para ello hoy se propuso entre otros en Bruselas una modificación de la Convención de Dublín que regula el asilo en el bloque.

Según esta legislación, el primer país al que llega el inmigrante debe tramitar su solicitud de asilo. De esta forma, Italia y Grecia tendrían que hacerse cargo de una gran parte de los cientos de miles de inmigrantes que han llegado al bloque.

«La crisis actual ha demostrado que el sistema actual no es sostenible», dijo hoy en Bruselas el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, y añadió que las reglas existentes «han colocado demasiada responsabilidad en solo unos pocos estados miembro».

Junto al comisario de Migración, Dimitris Avramopoulos, Timmermans presentó las primeras propuestas.

Las propuestas de legislación concreta serán realizadas recién más adelante, en base a las reacciones ante el documento presentado.

La Comisión presentó inicialmente dos posibilidades de reforma. La opción uno prevé un amplio mantenimiento de la Convención de Dublín. En caso de una fuerte afluencia de inmigrantes, debería aplicarse un «mecanismo correctivo de ecuanimidad» para el reparto.

Como segunda posibilidad, la Comisión propone que todos los solicitantes de asilo sean repartidos entre los miembros de acuerdo a una llave de distribución que tome en cuenta por ejemplo el tamaño del país, su bienestar económico y la capacidad para absorber inmigrantes. Asimismo se tomarían en cuenta factores como lazos familiares.

La Comisión sugirió que los pedidos de asilo podrían ser finalmente procesados a nivel de la UE, por ejemplo por la Agencia Europea de Apoyo al Refugiado.

«Pero en términos políticos, no es realista hablar de esto hoy», aclaró Timmermans.

Probablemente tope con resistencia cualquier intento que lleve a retirar la decisión sobre el asilo de las capitales europeas para trasladarlas a nivel del bloque, ya que el tema de los refugiados es altamente sensible y ha alentado al populismo derechista en varios países.

El año pasado los países miembros acordaron excepcionalmente redistribuir 160.000 solicitantes de asilo de Grecia e Italia, pero esto tuvo poco impacto y tan sólo se reubicó a más de 1.100 personas bajo ese esquema.

El aumento en la migración hacia Europa también ha alimentado preocupaciones de seguridad, mientras hay indicaciones de que los terroristas podrían haberse infiltrado el año pasado en los flujos de inmigrantes hacia ese continente.

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