La Habana
DPA

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, abogó hoy en Cuba con palabras muy directas por la democracia, durante un histórico discurso pronunciado ante su homólogo Raúl Castro y la plana mayor del Gobierno comunista de la isla.

«Yo creo en la democracia», dijo Obama, que también se dirigió a su auditorio en el Gran Teatro de La Habana directamente con varias frases en español. «El futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano», pidió en castellano. El discurso desde el teatro ubicado en el corazón de la ciudad, de poco más de media hora de duración, fue transmitido en directo por la televisión estatal, una medida extraordinaria en la isla.

«Creo que los ciudadanos deberían ser libres de decir su opinión sin miedo, de reunirse, de criticar a su Gobierno y de protestar pacíficamente», pidió Obama. «Y sí, creo que la gente debería ser libre de elegir sus Gobiernos en elecciones democráticas y libres», agregó el mandatario, sin referirse explícitamente a la situación política en Cuba.

El líder estadounidense desgranó durante varios minutos su visión de porqué considera a la democracia el mejor sistema, apuntando también a los defectos que ve en Estados Unidos. «Hay todavía enormes problemas en nuestra sociedad. Pero la forma en que nosotros los solucionamos es la democracia», dijo, tras mencionar también antes el sistema de partido único que rige en la isla desde hace décadas.

Obama también tendió puentes hacia el oficialismo cubano. «Mi visita demuestra que Cuba no tiene que temer una amenaza de Estados Unidos», dijo dirigido directamente a Raúl Castro. Ambos mandatarios se habían reunido el día anterior por primera vez en el Palacio de la Revolución de La Habana, el centro del poder del castrismo.

El presidente abrió su discurso con un «saludo de paz», pronunciando también estas palabras en español. «He venido aquí para enterrar el último vestigio de la Guerra Fría en las Américas».

El presidente estadounidense volvió a criticar el embargo comercial y económico que su país impone a Cuba desde los años 60 y llamó al Congreso de Estados Unidos a suspenderlo. «Es hora de levantar el embargo», clamó. Al mismo tiempo, pidió a los cubanos más reformas y apertura.

«Los cubanos no conocerán su potencial sin hacer más cambios», dijo Obama, tras abogar por un mayor acceso a Internet en la isla y pedir menos restricciones para la iniciativa privada para abrir negocios.

«No hay limitaciones por parte de Estados Unidos para la posibilidad de Cuba de dar esos pasos. Depende de ustedes», aseguró. El Gobierno de Castro justifica desde hace años las restricciones a las libertades civiles en la isla apuntando a que es una «plaza sitiada» desde hace décadas por la hostilidad de Estados Unidos.

La falta de infraestructuras, por ejemplo para dar un acceso amplio a Internet a los cubanos, se atribuye a las restricciones del embargo. La proscrita oposición política cubana acusa en cambio al castrismo de limitar el acceso a la red por motivos ideológicos.

Obama también tendió un puente hacia el amplio exilio cubano, afincado sobre todo en Florida. El presidente mencionó directamente a célebres artistas cubanos como la fallecida Celia Cruz o Gloria Estefan. La música de ambas cantantes, de fama internacional, estuvo durante años proscrita en la isla debido a las posiciones anticastristas de las dos artistas.

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