
Bruselas,
Agencia AP y dpa

Al menos 34 personas murieron hoy en los atentados que sacudieron el aeropuerto y la red de metro de Bruselas, según informó la televisión VRT. Se trataría de 14 muertos en el aeropuerto de Zaventem y 20 en la estación de metro de Maelbeek.
De acuerdo con la agencia AP, las explosiones, al menos una de ellas causada por un suicida, provocaron el cierre de la ciudad y elevaron la seguridad en toda Europa.
«Lo que temíamos ha sucedido», dijo el primer ministro belga Charles Michel a los periodistas. «En estos momentos de tragedia, en este momento negro para nuestro país, hago un llamado a todos a permanecer en calma y también a demostrar solidaridad».
Bélgica elevó su nivel de alerta a grado más alto, desvió trenes y autobuses con destino a la ciudad y ordenó a la población que se quedara dónde estaba. Los aeropuertos de toda Europa reforzaron de inmediato su seguridad.
«Estamos en guerra», dijo el primer ministro de Francia, Manuel Valls, tras una reunión de urgencia convocada por el presidente francés, François Hollande. «En los últimos meses Europa ha sido objeto de actos de guerra».
Responsables de seguridad en Europa llevaban semanas preparadas para un gran ataque, y advirtieron que el grupo extremista Estado Islámico estaba preparándose para actuar. La detención el viernes de un sospechoso clave en los ataques del pasado noviembre en París, que dejaron 130 muertos, elevó esos temores, mientras los investigadores reconocían que hay más gente implicada en la trama de la que en un principio se creyó y que algunos siguen huidos.
Ningún grupo reclamó de inmediato la autoría de los atentados del martes y el primer ministro dijo que por el momento no había pruebas que vinculen al detenido, Salah Abdeslam, con los incidentes. Tras su arresto el viernes, Abdeslam dijo a las autoridades que había creado una nueva célula y que estaba planeando nuevos atentados.