Por JACQUES BILLEAUD
PHOENIX, Arizona, EE.UU.
Agencia/AP

Donald Trump está llevando su mensaje de endurecer el control de la inmigración ilegal al área metropolitana de Phoenix, donde los votantes tienen más de una década de reprimida indignación sobre el problema y algunos manifestantes planean congregarse afuera del evento para denunciar al precandidato que lidera la contienda republicana a la presidencia.

El empresario de bienes raíces realizó hoy un acto de campaña en un parque en Fountain Hills, un acaudalado suburbio de Phoenix que es hogar del jefe policial Joe Arpaio. El funcionario es un aliado de Trump que ganó fama por sus duras medidas contra los inmigrantes, las cuales a la larga fueron prohibidas por los tribunales.

Cientos de activistas por los derechos de los inmigrantes que se han opuesto a las tácticas del jefe policial tienen pensado colocarse frente al evento de Trump. Serán acompañados por miembros de un sindicato que representa a trabajadores de hoteles y veteranos de guerra que creen que Trump está usando un discurso de odio contra los musulmanes.

El evento se realiza una semana después que manifestantes obligaron al multimillonario a cancelar un mitin de campaña en Chicago. Días antes, un partidario de Trump de raza blanca fue captado en un video golpeando a un manifestante negro más joven mientras era sacado por la policía de un mitin en North Carolina. El seguidor, posteriormente acusado por agresión, dijo en entrevista que la próxima vez que confronte a un manifestante, «quizá tengamos que matarlo».

Francisca Porchas, directora de organización para el Movimiento Puente, un grupo en defensa de los derechos civiles en Phoenix, dijo que su movimiento considera que las opiniones de Trump sobre inmigración son las mismas que las de Arpaio.

«Queremos que el ascenso de Trump —el efecto Trump— termine», agregó Porchas.

En una entrevista, Arpaio aseguró que no le preocupa que haya brotes de violencia en el parque, pero que sus agentes tienen la capacidad para manejar situaciones así. El pueblo donde el evento se llevará a cabo no cuenta con su propio departamento de policía, y la oficina de Arpaio brinda la protección policial en el lugar.

«Si ellos violan la ley, irán a las casas de campaña», declaró Arpaio en referencia a su práctica de encarcelar a la gente al aire libre en casas de campañas militares sobrantes. «Tendré mis camionetas en el lugar para transportar a la gente que viola la ley».

Innumerables protestas contra Arpaio se han realizado durante años con incidentes violentos. Pero una manifestación de 2010 afuera del complejo carcelario del jefe policial se tornó peligrosa cuando un pequeño grupo de anarquistas chocó con la policía. El Departamento de Policía de Phoenix, que ofreció la seguridad en el evento, indicó que los manifestantes arrojaron botellas de plástico con agua a los oficiales, que respondieron usando gas pimienta.

Rob McElwain, que cada viernes de los últimos siete años ha realizado una protesta contra Arpaio en calles del centro de la ciudad, dijo que no acudirá a la marcha y en vez de eso se unirá a otros manifestantes afuera de un centro de convenciones desde donde Trump hará una aparición por televisión.

«Esto no es algo con lo que quisiéramos toparnos», declaró McElwain. «Esto es casi una situación de provocación donde Arpaio tiene jurisdicción».

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