BUENOS AIRES
AP
El presidente Mauricio Macri expuso hoy un panorama sombrío sobre la situación de Argentina al afirmar que está atravesada por la incompetencia del Estado, el estancamiento del crecimiento y la inseguridad, y exhortó al Congreso a apoyarlo en las reformas necesarias para llevar a cabo una «transformación».
En la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, Macri afirmó que al iniciar su gestión hace poco más de dos meses encontró un Estado mal gestionado que «ha mentido sistemáticamente», lo que ha minado «la credibilidad y confianza en Argentina».
«Encontramos un Estado desordenado, con instrumentos de navegación rotos; faltan documentos, no hay estadísticas», enumeró el mandatario, un conservador que sucedió en el poder a la peronista Cristina Fernández (2007-2015).
Durante su discurso, Macri se quejó de que ese Estado abocado al «despilfarro y la corrupción» que no ha sabido brindar prestaciones tampoco ha contenido a «una inaceptable cantidad de compatriotas en la pobreza».
Macri se quejó además de que las políticas en materia de seguridad heredadas «son un fracaso». Afirmó al respecto que «este es un país próspero para los traficantes» donde «las fronteras están virtualmente indefensas».
También consideró deficientes los sistemas educativo y de salud y la infraestructura vial, males que atribuyó a la «corrupción, desidia e incompetencia» que, a su parecer, primaron durante el gobierno de su antecesora.
Para transformar la situación de estancamiento, Macri señaló que será necesario resolver el problema de la deuda que arrastra el país desde hace más de 14 años a raíz de su litigio con un grupo de acreedores y en ese sentido pidió el apoyo de los legisladores para aceptar los términos contenidos en el preacuerdo alcanzado con el grupo de bonistas internacionales más duros en la negociación, anunciado la víspera en Nueva York, y que supone el pago de más de 4.600 millones de dólares.
«Confío en que va a primar responsabilidad sobre retórica y vamos a construir consensos necesarios», dijo Macri.
Opositores interrumpieron el discurso del presidente varias veces con abucheos y carteles en su contra, especialmente cuando señaló que la inflación, que calculó en más de 20% anual, fue la peor herencia recibida del gobierno anterior. «Que defienda al pueblo», gritaron los legisladores que responden a Fernández.
El mandatario respondió pidiendo «respetar el voto de la democracia».