Calais
DPA

El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, aseguró hoy que el gobierno mantiene su intención de desalojar parte del campo de refugiados de Calais a pesar de las violentas protestas que se están viviendo durante las primeras jornadas de trabajos.

El ministro señaló que las labores continuarán «en calma y de forma metódica». Los trabajadores continuaron con el desalojo del campamento en la ciudad del noroeste de Francia bajo fuertes medidas de seguridad. Tras los episodios de tensión vividos el lunes, que terminaron con varios detenidos, la noche transcurrió con tranquilidad, aseguró la prefectura de la ciudad.

El diario «La Voix du Nord» informó hoy sobre nuevos episodios de violencia que, de momento, finalizaron con dos migrantes detenidos.

El lunes, las labores de desalojo comenzaron sin mayores incidentes y bajo fuertes medidas de seguridad. Sin embargo, a medida que la jornada fue avanzando, comenzaron a sucederse choques entre la policía y los inmigrantes y activistas que protestaban contra el desalojo.

Cazeneuve condenó los disturbios y responsabilizó de los mismos directamente a la organización «No Borders». «El activismo de un puñado de extremistas violentos de ‘No Borders’ no cambiará nada. Esta operación continuará en los próximos días en calma y de forma metódica mientras encontramos sitio para todos los afectados», aseguró.

Durante los enfrentamientos, 11 policías resultaron heridos y tres activistas fueron detenidos. Dos de ellos, un alemán y una británica según la fiscalía, continuaban hoy bajo custodia policial. Sobre ellos pesa una acusación de incendio premeditado, informaron medios franceses.

La prefectura de Calais calcula que el desalojo tardará varias semanas. Todos los migrantes afectados por el proceso deberán ser debidamente reubicados.

Entre 800 y mil migrantes que viven en la parte sur del asentamiento de tiendas y barracas conocido como «la jungla de Calais» se verán afectados, según cifras oficiales. Organizaciones humanitarias, sin embargo, sostienen que en la zona afectada viven unas 3450 personas.

Cientos de personas se apiñan en Calais desde hace años con el objetivo de cruzar ilegalmente a Reino Unido, donde esperan tener mejores oportunidades, por lo que ni siquiera solicitan el asilo en Francia.

En el campo viven actualmente poco menos de 4.000 personas, según estimaciones de las autoridades. Muchas de ellas viven en condiciones muy precarias.

Artículo anteriorChileno golpeado en Polonia es confundido con un árabe
Artículo siguienteMás de 7 mil migrantes están varados en frontera Grecia-Macedonia