GINEBRA, Suiza
AP

Un informe de las Naciones Unidas sobre derechos humanos ha documentado miles de casos de decapitaciones, detenciones arbitrarias, tortura mediante electrocución y golpizas con caños y cables en una Libia cada vez más anárquica, donde la impunidad ha crecido desde la caída de Moamar Gadafi hace casi cinco años.

En un informe de 95 páginas emitido hoy, la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos dijo tener motivos para suponer que todas las partes han incurrido en violaciones a los derechos humanos en Libia, una nación dividida entre grupos tribales, un desprendimiento del grupo extremista Estado Islámico, un gobierno en Trípoli apoyado por milicias de alianzas islamistas y un gobierno reconocido internacionalmente en la ciudad oriental de Tobruk.

El director de la oficina de derechos humanos de la ONU, Zeid Raad al-Hussein, dijo que muchas de las trasgresiones equivalen a crímenes de guerra, e instó al Consejo de Seguridad a aumentar la vigilancia y apoyo a Libia, que ha experimentado años de división e inestabilidad desde que una operación encabezada por la OTAN contribuyó a derrocar a Gadafi.

Los investigadores oyeron testimonios de 250 víctimas y testigos y recibieron más de 900 legajos con denuncias. Pero solo estuvieron una vez en territorio libio y solamente en el aeropuerto de Trípoli, lo que pone de manifiesto los riesgos de seguridad. Las entrevistas se llevaron a cabo en el exterior o por medio de telecomunicaciones.

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