Washington
AP Y DPA
El presidente Barack Obama presentó hoy su plan para cerrar la prisión de Guantánamo, ya que considera que es «contraproducente» para la lucha antiterrorista y «socava» la seguridad nacional de Estados Unidos.
«Durante muchos años, ha estado claro que el centro de detención en la Bahía de Guantánamo no ha promovido nuestros intereses de seguridad nacional. Los socava», dijo Obama en una declaración en la Casa Blanca.
«Es contraproducente en nuestra lucha contra los terroristas porque ellos lo usan como propaganda en sus esfuerzos para reclutar», dijo Obama, quien señaló que no sólo él lo piensa, sino también expertos y muchos militares.
El presidente Obama había prometido en varias ocasiones que antes de abandonar la Casa Blanca en enero de 2017 cerrará Guantánamo, pero hasta hoy no había presentado un plan detallado.
En Guantánamo quedan aún 91 presos, de las 780 personas que han sido encarceladas allí desde 2002. Cuando Obama asumió el poder en enero de 2009 había 245 presos.
Aunque la administración Obama ha logrado reducir la población de presos de Guantánamo, hay docenas de ellos que hasta ahora no habían podido ser trasladados porque se les consideraba demasiados peligrosos o porque no pueden ser sometidos a juicio.
Entre ellos está Khalid Sheikh Mohammed, considerado uno de los cerebros de los atentados terrorista del 11 de septiembre de 2001.
El Congreso, dominado actualmente por los republicanos, ha prohibido hasta ahora a Obama trasladar a los presos de Guantánamo a suelo estadounidense.
El representante Mac Thornberry, republicano por Texas y presidente del Comité de Servicios Armados de la cámara, ha dicho que su comité celebraría una vista sobre el plan de cierre. Pero envió una carta a Obama advirtiendo que el Congreso ha dejado claro que cualquier plan debe incluir detalles, y cualquier otra cosa será inaceptable.
El plan es el último esfuerzo del gobierno por cumplir la promesa electoral del presidente, Barack Obama, de cerrar Guantánamo y de convencer a los legisladores de que permitan al Departamento de Defensa llevar a casi 60 detenidos a Estados Unidos. Pero el plan incluye pocos detalles y podría tener el único efecto de poner más en contra a miembros del Congreso que han aprobado varias medidas prohibiendo cualquier intento de llevar a los reos a Estados Unidos.
El Congreso recibirá cifras más detalladas que se consideran clasificadas, indicaron las fuentes del gobierno, que no estaban autorizadas a comentar el plan antes de su publicación y hablaron bajo condición de anonimato.
El plan no incluye una recomendación de tiempo para completar el traslado, y las estimaciones de gastos pretenden servir de punto de partida para las negociaciones en el Congreso.
El esperado plan que busca trasladar a los internos que quedan a un centro en Estados Unidos requiere 475 millones de dólares en costes de construcción pero ahorraría hasta 180 millones de dólares anuales en gastos operativos, según fuentes del gobierno.