BAGDAD
AP
Las bombas colocadas por el grupo Estado Islámico en la ciudad liberada de Ramadi están complicando el regreso de las familias desplazadas, indicó hoy la misión de Naciones Unidas en Irak.
Han pasado dos meses desde que fuerzas iraquíes asistidas por combatientes suníes y ataques aéreos de la coalición de Estados Unidos recuperaron Ramadi de manos de los extremistas.
Las bombas que quedaban por explotar han matado a ocho personas en las últimas dos semanas, indicó la agente de desarrollo de la ONU Lise Grande. Las víctimas murieron cuando comprobaban el estado de sus casas o intentaban desactivar dispositivos en la ciudad.
Grande pidió precaución y dijo que «asegurarse» de que las familias de Ramadi pueden regresar con seguridad es «responsabilidad de todos».
Ramadi, capital de la provincia del mismo nombre, cayó en mayo ante el grupo Estado Islámico en un gran revés para las tropas aliadas de Irak y Estados Unidos. Fue liberada en diciembre.