ANKARA, Turquía
AP

Los líderes de Turquía culparon hoy a enemigos importantes, incluidos grupos milicianos kurdos en Turquía y en Siria, así como al gobierno sirio, de los ataques suicidas con bomba en Ankara y juraron una fuerte represalia contra los agresores, lo que amenaza con complicar aún más las cosas en el conflicto sirio.

El ataque con bomba en hora pico ayer por la tarde dirigido a autobuses que transportaban personal militar mató a 28 personas y lesionó a decenas más, mientras Turquía se enfrenta a una serie de retos, incluido un renovado combate con rebeldes kurdos, la amenaza de milicianos del Estado Islámico y la crisis de refugiados sirios. Se trata del segundo atentado mortal registrado en Ankara en cuatro meses.

El ataque sucedió justo cuando Turquía presionaba a Estados Unidos de retirar su apoyo a los milicianos kurdos sirios, que Turquía considera terroristas por su afiliación con el Partido de los Trabajadores del Curdistán o PKK. Estados Unidos ya reconoce al PKK como un grupo terrorista, pero Washington depende del Partido de la Unión Democrática de Siria o PYD, y su ala militar, las Unidades de Protección Popular o YPG, en la lucha contra el grupo Estado Islámico y ha puesto resistencia a la presión turca.

«Se ha determinado con seguridad que este ataque fue perpetrado por miembros de la organización terrorista separatista en coordinación con un miembro de YPG, que se infiltraron desde Siria», dijo Davutoglu, quien identificó al agresor como Salih Neccar, ciudadano sirio nacido en 1992.

Neccar, cuyo nombre suena kurdo, nació en un Amouda, un pueblo con una población mayoritariamente kurda cerca de la frontera turca, según Davutoglu.

Las autoridades han detenido al menos a 14 personas en relación con el ataque y el número probablemente aumente, d expresó el presidente Recep Tayyip Erdogan.

El líder del principal grupo sirio kurdo, Salih Muslim, negó que su formación esté detrás de los atentados en Turquía y advirtió a Ankara en contra de lanzar una ofensiva terrestre en Siria.

Erdogan insiste que la evidencia obtenida por las autoridades turcas apunta al grupo.

«A pesar del hecho de que su líder dice que no tienen nada que ver con esto, la información y documentos obtenidos por nuestro Ministerio de Interior y nuestras organizaciones de inteligencia demuestran que (el ataque) fue suyo», indicó Erdogan.

Seis soldados murieron hoy en el sureste de Turquía después de que rebeldes del PKK detonaran una bomba en una carretera que une las ciudades de Diyarbakir y Bingol al paso de un vehículo militar, explicó la agencia Anadolu hoy.

Artículo anteriorEstado Islámico habría usado armas químicas en Irak
Artículo siguienteEspionaje de Corea del Sur asegura que Corea del Norte prepara ataques