ARCHIVO - En esta imagen del 30 de abril de 2015, el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, responde a una pregunta durante una rueda de prensa en la sede de IBM Watson, en Nueva York. Apple combatirá una orden judicial de colaborar con el desbloqueo del iPhone del autor de tiroteo en San Bernardino. (AP Foto/Richard Drew, Archivo)

Por TAMI ABDOLLAH y ERIC TUCKER

WASHINGTON

Agencia AP 

Fotografía del 27 de julio de 2014 proporcionada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos muestra a Tashfeen Malik, izquierda, y Syed Farook, en el Aeropuerto Internacional O'Hare en Chicago. Una jueza federal ordenó el martes 16 de febrero de 2016 a Apple que ayude al gobierno de Estados Unidos a infiltrarse en el iPhone perteneciente a uno de los agresores del tiroteo de San Bernardino, California. (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos vía AP)
Fotografía del 27 de julio de 2014 proporcionada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos muestra a Tashfeen Malik, izquierda, y Syed Farook, en el Aeropuerto Internacional O’Hare en Chicago. Una jueza federal ordenó el martes 16 de febrero de 2016 a Apple que ayude al gobierno de Estados Unidos a infiltrarse en el iPhone perteneciente a uno de los agresores del tiroteo de San Bernardino, California. (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos vía AP)

Apple se resistirá a la orden emitida por un magistrado federal de que piratee los dispositivos de sus usuarios en relación con la investigación del tiroteo en San Bernardino, California, según anunció el miércoles el director ejecutivo de la compañía, Tim Cook. El directivo afirmó que acceder a la petición socavaría el cifrado y crearía una puerta trasera que podría llegar a utilizarse en dispositivos futuros.

La dura respuesta de Cook, subida en la madrugada del miércoles en el sitio web de la empresa, se produjo después de que la juez Sheri Pym ordenase a Apple Inc. a ayudar al gobierno a acceder a un iPhone encriptado propiedad de uno de los agresores del ataque del pasado diciembre.

La decisión, la primera de su clase, fue una victoria significativa para el Departamento de Justicia en un debate sobre legislación tecnológica que enfrenta la privacidad digital contra la seguridad nacional.

«Este momento pide un debate público, y queremos que nuestros clientes y la gente de todo el país comprenda lo que está en juego», dijo Cook en referencia a la orden emitida el martes por la juez Pym en California.

La orden «tiene implicaciones mucho más allá del caso legal en cuestión», afirmó el directivo.

Pym ordenó a Apple que ayude al FBI a infiltrarse en un iPhone cifrado propiedad de uno de los tiradores de San Bernardino, planteando el escenario para una batalla legal entre el gobierno federal y Silicon Valley por una decisión judicial sin precedentes.

El gobierno de Obama ha fomentado que se refuerce el cifrado de información para mantener a los consumidores a salvo en internet, pero ha tenido problemas para encontrar un ejemplo convincente en sus argumentos.

En su comunicado, Cook señaló que la orden del gobierno socavaría el cifrado al emplear software especializado para crear lo que en la práctica es una puerta trasera, que comparó con una «llave maestra, capaz de abrir cientos de millones de cerraduras».

«En manos equivocadas, este software —que no existe ahora— tendría el potencial de desbloquear cualquier iPhone en posesión de una persona», dijo Cook. «El FBI podría utilizar diferentes palabras para describir esta herramienta, pero no se equivoquen: construir una versión de iOS que elude la seguridad de esta forma crearía sin ninguna duda una puerta trasera. Y si bien el gobierno puede alegar que su uso se limitaría a este caso, no hay modo de garantizar ese control».

El director del FBI, James Comey, dijo la semana pasada a los miembros del Congreso que el cifrado es un gran problema para las fuerzas de seguridad, que se encuentran con que «encuentran un dispositivo que no puede abrirse ni siquiera cuando un juez dice que hay causa probable para abrirlo».

El fallo del martes vinculó el problema al ataque terrorista más mortífero en suelo estadounidense desde los ocurridos en septiembre de 2001 contra el World Trace Center y el Pentágono. Syed Farook y su esposa, Tashfeen Malik, mataron a 14 personas el 2 de diciembre en un tiroteo en una cena de fin de año con los colegas de Farook. La pareja murió más tarde en un tiroteo con la policía.

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