San Cristóbal de Las Casas
AP y dpa

El Papa Francisco condenó hoy la opresión y exclusión de los indígenas y la expoliación de sus bienes naturales en una Misa ante unas 100 mil personas en el corazón indígena de Chiapas, además de citar un fragmento del libro sagrado de los mayas, el Popol Vuh.

El Papa citó una expresión del Popol Vuh y afirmó que en ella «hay un anhelo que tiene sabor a tierra prometida donde la opresión, el maltrato y la degradación no sean moneda corriente».

Francisco celebró la Misa al aire libre en San Cristóbal de Las Casas ante indígenas de distintas etnias de México y Guatemala, en su mayoría vestidos con sus trajes tradicionales, y ante mestizos, en un escenario enmarcado por las montañas de los Altos de Chiapas.

_Inter29_1b«¡Qué tristeza!», exclamó. Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón! El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita», dijo el Papa.

El Papa ofició parte de la Misa en tres lenguas indígenas: tzeltal, tzotzil y chol.

En esta zona se alzó en armas en 1994 la guerrilla Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), bajo el liderazgo del «subcomandante Marcos», para exigir justicia y mejores condiciones de vida para las etnias, que viven en la miseria.

Antes, en el recibimiento en el aeropuerto de Tuxtla, la capital de Chiapas, los indígenas le dieron el bastón, le colocaron una corona de flores y le entregaron obsequios, pero rápidamente el cuerpo de seguridad del Vaticano le retiró los ornamentos y los guardó.

«Muchas veces, de modo sistemático y estructural, sus pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad», dijo en su homilía, en la que dos veces utilizó la lengua Tsotsil.

«Otros, mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban», afirmó.

Francisco inició y terminó su homilía pronunciado en Tsotsil una frase del salmo: «Li smantal Kajvaltike toj lek», que significa «la ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma».

«Esa es la ley que el Pueblo de Israel había recibido de mano de Moisés», dijo. «Un pueblo que había experimentado la esclavitud y el despotismo del faraón, que había experimentado el sufrimiento y el maltrato hasta que Dios dice basta».

Francisco vistió ornamentos bordados con motivos indígenas y las distintas lecturas se leyeron en idiomas nativos, mientras que con música de marimba (una especie de xilófono) se cantó la canción «Iglesia sencilla».

El altar fue configurado sobre una estructura que representaba las pirámides mayas de Palenque, una réplica de la fachada de la Catedral colonial de San Cristóbal en el fondo y las cascadas de Agua Azul como símbolo de vida.

El año pasado, el Papa pidió perdón ante indígenas reunidos en Bolivia por las masacres cometidas en su contra en la época colonial. En la homilía, el Pontífice también pidió proteger el medioambiente, que junto con las culturas indígenas es parte de las preocupaciones que ha manifestado en su papado.

Francisco llegó a San Cristóbal de las Casas en helicóptero y de inmediato subió a su papamóvil en el que recorrió el centro deportivo para saludar a la gente que lo aguardó por horas.

Miles de personas se formaron en las calles durante la madrugada y muchos durmieron a la intemperie en un centro deportivo donde el Papa Francisco ofició la Misa en el poblado de San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas.

Artículo anteriorFidel Castro: Encuentro de Francisco y Kirill suscita esperanzas
Artículo siguienteAdrián Zapata: Congreso no debe estancar ley de desarrollo rural, por la presión del sector empresarial