Múnich/Moscú/Beirut
Agencia dpa
El alto al fuego acordado anoche en Múnich fue recibido hoy con muchas dudas y escepticismo entre la oposición y los rebeldes sirios, mientras que el Gobierno de Bashar al Assad sigue sin pronunciarse al respecto, al tiempo que continúan los combates en el norte del país.
La oposición saludó hoy el acuerdo pero manifestó sus dudas de que el Gobierno sirio vaya a poner fin a los ataques. «Queremos ver hechos y no solo palabras», dijo Salim al Muslat, un portavoz del Alto Comité para las Negociaciones, fundado por varios grupos opositores y que tiene su sede en Riad, la capital de Arabia Saudí. «Estamos hartos de las promesas», agregó.
Hasta el momento no ha habido una reacción oficial del Gobierno sirio. El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, hizo un llamado a las partes a aceptar el acuerdo: «Lo más importante es que el gobierno y la oposición accedan al alto el fuego».
El llamado Grupo Internacional de Apoyo a Siria, integrado por Rusia, Estados Unidos e importantes potencias regionales como Turquía, Irán y Arabia Saudí, entre otros, acordó ayer en Múnich, antes del inicio hoy de la Conferencia de Seguridad, declarar una tregua en Siria.
Lavrov aseguró que Rusia continuará sus ataques contra el Frente Al Nusra y el autoproclamado Estado Islámico, incluso durante el alto al fuego. Occidente acusa a Moscú de atacar también a rebeldes moderados. Estados Unidos también realiza ataques por aire en Siria, principalmente con el objetivo de debilitar el EI, que también ha ocupado un vasto territorio en la vecina Irak.
El gobierno alemán pidió a Rusia que no aproveche el tiempo hasta que se haga efectivo el alto el fuego para llevar a cabo nuevos ataques contra rebeldes moderados opositores al régimen de Al Assad. La viceportavoz del gobierno, Christiane Wirtz, saludó hoy el acuerdo de Múnich. «Sin embargo, a las palabras deben seguir hechos. Y aquí el gobierno alemán ve en primera línea a Rusia en esa obligación», señaló.
También Reino Unido consideró que para hacer efectivo el alto al fuego Rusia debe cambiar su comportamiento. El acuerdo sólo puede tener éxito si Rusia deja de atacar a los opositores moderados y a civiles, dijo hoy el ministro de Exteriores británico, Philip Hammond, en Londres. Sin embargo, si el plan logra implementarse, sería «un paso importante para limitar la muerte y el sufrimiento en Siria».
Mientras, Rusia y Estados Unidos quieren formar hoy un grupo de trabajo para la puesta en marcha del alto el fuego en Siria. Diplomáticos y representantes militares de las dos partes se reunirán por primera vez en Ginebra y después lo harán de forma regular, explicó Lavrov, que exigió una rápida reanudación de las negociaciones de paz en la misma ciudad suiza.
El presidente francés, François Hollande, pidió por su parte el fin del apoyo ruso a Al Assad. «Debemos ocuparnos de que Bashar al Assad deje el poder», dijo en declaraciones a la televisión gala.
La guerra siria dura ya casi cinco años y hasta ahora sólo habido ceses de fuego aislados en algunos pueblos, pero ningún alto el fuego de alcance nacional.
Más de 250 mil personas han muerto durante el conflicto, según la ONU, y millones han resultado desplazadas. El Observatorio Sirio par los Derechos Humanos aumentó el jueves esa cifra a 270 mil y un informe del Centro Sirio para la Investigación Política (SCPR) habló incluso de 470 mil muertos.