Seúl
AP y dpa
Corea del Norte consideró hoy «una declaración de guerra» la decisión de Seúl de cerrar el parque industrial conjunto de Kaesong, al tiempo que pidió la marcha de todos los surcoreanos y anunció el requisamiento de «equipamiento, material y productos de empresas surcoreanas» que queden allí.
La zona especial, situada en Corea del Norte pero muy cerca de la frontera y que suponía el canal de comunicación más importante de ambos países, se pondrá de inmediato bajo control militar, informó Pyongyang. Además, se desmontarán dos importantes líneas directas entre los dos vecinos.
Horas después que Corea del Norte ordenó a su ejército ocupar un parque industrial administrado juntamente con Seúl, los 280 trabajadores surcoreanos abandonaron las instalaciones.
Corea del Norte reaccionó así a la decisión anunciada el miércoles por Seúl de cerrar completamente el parque industrial, con el objetivo de cortar una importante fuente de divisas al régimen comunista que Corea del Sur cree que se utilizan para desarrollar el programa nuclear.
Representantes de empresas surcoreanas preparaban hoy su marcha del complejo. Numerosos camiones vacíos se encuentran desde la mañana en el paso fronterizo para llevarse equipamiento y productos del parque industrial, informó la televisión surcoreana.
Pyongyang consideró la decisión «declaración de guerra» y dijo que con ello Corea del Sur ha decidido «poner fin a la última línea de comunicación entre las dos Coreas», señala un comunicado del Comité para la Reunificación Pacífica de Corea citado por medios estatales. El comité advirtió que el gobierno surcoreano enfrentará «consecuencias catastróficas y dolorosas como consecuencia por su acción».
Seúl quiso castigar con la medida a su vecino por el controvertido lanzamiento de Pyongyang el pasado domingo de un satélite al espacio con un cohete portador, en lo que la comunidad internacional se trata de un ensayo encubierto de un misil de largo alcance con capacidad nuclear. En enero el país también llevó a cabo un ensayo nuclear condenado internacionalmente.
El Senado estadounidense votó en la noche del miércoles por unanimidad a favor de endurecer las sanciones contra el país, medida a la que tendría que dar luz verde también la Cámara de Representantes. También el Consejo de Seguridad de la ONU debate sobe esa posibilidad.
El complejo inaugurado en 2004 es una zona económica especial y el único gran proyecto común entre los dos países que seguía activo, donde trabajaban más de 50 mil norcoreanos para 124 empresas surcoreanas, que se aprovechan también de los bajos costes laborales en el país vecino.
Según datos surcoreanos, la operación del parque le ha proporcionado a Corea del Norte ingresos por 616 mil millones de won (458 millones de euros) hasta ahora.
El parque industrial era el último símbolo importante de cooperación con Corea del Sur. El gobierno afirmó que la decisión de Seúl de suspender su actividad en el complejo, gestionado por ambos países, era una «peligrosa declaración de guerra».
Corea del Sur reforzó la preparación y el número de su ejército en el tramo occidental de su frontera por si hubiera una provocación norcoreana, indicó la agencia de noticias surcoreana Yonhap citando una fuente militar no identificada. El reporte no detalló en qué consistían esos refuerzos y el Ministerio surcoreano de Defensa dijo que no podía confirmarlo.