Ginebra
AP y dpa

El jefe de la delegación del Gobierno sirio, Bashar Yaafari, llegó hoy a las oficinas de la ONU en Ginebra para reunirse con el enviado especial Staffan de Mistura, en un primer encuentro que dará por iniciadas las negociaciones de paz para Siria marcadas por la ausencia de la oposición.

Los representantes de los grupos opositores no llegaron por el momento a Ginebra y siguen debatiendo en Riad, sede del Alto Comité para las Negociaciones, si participar o no en las mismas.

El principal grupo de la oposición se ausentó de las conversaciones de paz de Ginebra hasta que Naciones Unidas responda a sus demandas, dijeron responsables del grupo.

Ahmad Ramadan, un alto funcionario de la Coalición Nacional Siria, dijo que la oposición mantiene su decisión de boicotear las conversaciones hasta recibir seguridades sobre la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre el levantamiento del asedio a zonas en poder de los rebeldes y el cese de los bombardeos a civiles.

«No puede haber negociaciones sin discusión y aplicación de los aspectos humanitarios», afirmó.

Miembros clave de la oposición condicionaron su participación a que el gobierno sirio cese sus ataques aéreos y levante el asedio a ciudades en el país. La ONU calcula que 4.6 millones de personas están atrapadas en ciudades bajo asedio.

Basma Kodmani, miembro del equipo de negociación opositor, dijo que el HNC está estudiando si la delegación se traslada a Ginebra para presentar estos reclamos o permanece en Arabia Saudita.

De Mistura quería de todas formas negociar por separado al inicio de las conversaciones, que deben poner fin a una guerra de cinco años que ha dejado al menos 250 mil muertos.

Los expertos creen que el régimen sirio no tiene en estos momentos ningún interés en que haya un alto el fuego, pues militarmente está avanzando gracias al apoyo aéreo de las fuerzas rusas.

El régimen sirio ha detenido a decenas de miles de personas desde 2001, según denuncia la organización Amnistía Internacional. Muchos murieron víctimas de torturas o fueron ejecutados sin proceso previo.

Las potencias internacionales esperan que las negociaciones pongan en marcha un proceso político que resuelva un conflicto que comenzó con protestas pacíficas contra el gobierno en 2011 y que se estima ha costado la vida a más de 250 mil personas. Además ha permitido el avance de la milicia terrorista Estado Islamico (EI), que controla amplias áreas del país.

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