Berlín
Agencia/dpa
La canciller Angela Merkel alertó hoy de que en Alemania hay un antisemitismo más extendido de lo que se piensa y pidió combatirlo de forma decidida.
La ideología antisemita está «más difundida de lo que nos imaginamos» en la sociedad, señaló la canciller en su videomensaje semanal de los sábados.
«Es algo que no tiene lugar en nuestra sociedad», aclaró la líder cristianodemócrata (CDU), que pidió combatir el antisemitismo en todos los frentes: «Tenemos mucho trabajo por hacer».
Merkel defendió por ejemplo la necesidad de borrar comentarios antisemitas en las redes sociales y de actuar en las escuelas para controlar y reorientar a jóvenes con esa visión.
También se hizo eco de las advertencias del presidente del Consejo Central de los Judíos Alemanes sobre la influencia de jóvenes que tienen un «trasfondo familiar de países en los que está extendido el odio a Israel y a los judíos en general».
Alemania, continuó, tiene «una responsabilidad histórica que permanece por siempre» con relación al Holocausto, por lo que debe «combatir el antisemitismo y no hacer ninguna concesión».
El tema fue elegido por Merkel en su mensaje de esta semana debido a la muestra «Arte del Holocausto» que la canciller inaugurará el lunes en el Museo de Historia Alemana de Berlín.
La exposición recoge un centenar de obras de artistas judíos en campos de exterminio. Las piezas fueron prestadas por el Yad Vashem, el museo israelí en recuerdo del Holocausto.
Discotecas de una ciudad alemana prohíben el ingreso a refugiados
Varios bares y discotecas de la ciudad alemana de Friburgo optaron por prohibir o limitar el ingreso de refugiados debido a presuntos robos y agresiones sexuales atribuidos a extranjeros, publicó hoy un diario local.
Según el «Badische Zeitung», un local de la ciudad del sur de Alemania veta el acceso de inmigrantes en eventos determinados y otro sólo permite el ingreso a quienes firmen un tarjeta especial en la que rechazan la violencia, el sexismo y la discriminación.
La administración de la ciudad criticó la medida. «Está prohibido discriminar. No se puede excluir a un grupo de personas de forma generalizada», dijo a la agencia dpa Ulrich von Kirchbach, responsable de Integración y Asuntos Sociales de Friburgo.
El político socialdemócrata (SPD) aseguró que el gobierno local no tenía constancia de las supuestas agresiones y destacó que la enorme mayoría de los más de 3.000 solicitantes de asilo que acoge la ciudad se comportan «bien», aunque siempre haya «ovejas negras».
Una portavoz policial confirmó que hasta el momento no se registró un incremento de denuncias por agresiones sexuales de extranjeros. Los locales se reservan el derecho de admisión de personas en concreto, pero una prohibición general a los refugiados es «ilegal».
El caso de Friburgo se conoce poco después de que la ciudad de Bornheim, en el oeste, llegara a los diarios de todo el mundo tras prohibir el ingreso de refugiados varones a una piscina por presuntos antecedentes de acoso sexual a las clientas mujeres.