Por MIKE CORDER
SPIJKENISSE, Holanda
Agencia/AP

El debate en Holanda sobre los refugiados y solicitantes de asilo ha llegado a esto: el fogoso legislador Geert Wilders entregó aerosoles a mujeres temerosas de lo que él describe como las «bombas de testosterona islámica», luego de la serie de agresiones sexuales ocurridas en Colonia, Alemania, en la noche de Año Nuevo.

Rodeado de guardaespaldas y policías, Wilders visitó hoy un mercado en Spijkenisse, un poblado de clase trabajadora, para entregar los atomizadores, los cuales contienen pintura.

En medio de vegetales, pescados, flores y repuestos de bicicletas a la venta, el congresista fue recibido por decenas de simpatizantes como una estrella del rock, mientras un pequeño grupo de manifestantes coreaban y mostraban pancartas, incluyendo una que decía «Los refugiados son bienvenidos, el racismo, no».

Esta acción propagandística encaja con su retórica antiinmigrante y antiislámica que le ha conseguido apoyo en las encuestas en Holanda, a poco más de un año de las elecciones parlamentarias.

Mientras estrechaba manos de simpatizantes y se tomaba fotos con ellos, el líder del Partido Libertad dijo que, de resultar electo, «cerraría las fronteras inmediatamente y no habría más solicitantes de asilo. Simplemente ya no podemos permitirnos más. Los holandeses en una gran mayoría no lo quieren y no podemos permitirlo, y esto acrecienta la inseguridad de nuestro pueblo y nuestras mujeres».

Su mensaje está ganando apoyo en medio de la enorme ola migratoria y los subsecuentes ataques por parte de extremistas islámicos en París el año pasado. Además, el mensaje hace eco del llamado que ha hecho el aspirante presidencial republicano Donald Trump de prohibir la entrada de musulmanes a Estados Unidos, y es similar a otros grupos populistas y nacionalistas en Europa como el Frente Nacional de Marine Le Pen en Francia.

«Las tendencias en toda Europa son muy similares», de acuerdo con Wouter van der Brug, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Ámsterdam. «En toda Europa, los partidos populistas de extrema derecha están ganando apoyo como resultado de la crisis de refugiados que estamos enfrentando ahora, y también como resultado de los ataques terroristas».

Leontine Maris, de 53 años, fue una de las primeras mujeres en recibir un espray de Wilders el sábado. Ella dijo que vota por él aunque no está de acuerdo con algunas de sus opiniones más extremas. Agregó que no solo teme a los inmigrantes, sino también a los hombres holandeses.

«Toda la sociedad se está yendo por el drenaje», señaló.

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