Berlín
Agencia dpa
La primera cumbre bilateral entre Alemania y Turquía comenzó hoy en Berlín con conversaciones sobre la gestión del flujo de refugiados que llegan a Europa a través del territorio turco.
La canciller alemana, Angela Merkel, recibió al primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, con honores militares en la sede del gobierno alemán.
En una entrevista a dpa, el jefe del Ejecutivo turco había pedido que la Unión Europea (UE) aumente los fondos que transfiere a Ankara para controlar el tránsito de los refugiados.
La UE se comprometió a enviar 3 mil millones de euros (unos 3 mil 250 millones de dólares) a Turquía para costear los controles fronterizos y la manutención de miles de refugiados que llegan desde Siria, donde se libra desde hace años una guerra desbastadora.
Turquía ya acoge a unos dos millones de solicitantes de asilo sirios. En los primeros días del año llegaron a Europa unos 35 mil refugiados, la mayoría desde Turquía.
Ankara se comprometió en noviembre a aumentar los controles fronterizos con Europa. Además de las ayudas económicas, Europa anunció que aceleraría el proceso que facilitará que los ciudadanos turcos viajen a La UE sin necesidad de visado.
Europa aún no ha transferido los fondos que prometió. En Europa aumentan las críticas a la escasez de medidas adoptadas por Turquía para controlar la salida de refugiados por las rutras balcánicas y por el mar Egeo.
La cumbre bilateral servirá, además, para negociar nuevos lazos comerciales entre Turquía y Alemania. Participarán en ellas varios ministros de ambos países.
El jefe del partido alemán Los Verdes, Cem Özdemir, pidió al gobierno alemán que hable con los turcos sobre derechos humanos y libertades civiles en Turquía.
Merkel, dijo Özdemir, debe dejar claro a Ankara que las ayudas solo llegarán a cambio de contrapartidas: «Queremos que Turquía vuelva a la senda de un Estado de derecho», dijo el político verde en una entrevista al diario «Die Welt».
