Taipei
Agencia dpa

La candidata del opositor Partido Progresista Democrático (PPD) de Taiwan, Tsai Ing-wen, ganó hoy las elecciones y se convertirá en la primera mujer en gobernar la isla y seguramente en quien cambie el rumbo de los ocho años de acercamiento a China protagonizados por su antecesor en el cargo.

El candidato del hasta ahora gubernamental Kuomintang (Partido Nacionalista Chino, KMT), Eric Chu, reconoció la derrota después de que Tsai obtuviera en el escrutinio más de un 50 por ciento de los votos.

Chu renunció como presidente del KMT ante el revés sufrido en las urnas por la política de acercamiento a Pekín. También el tercer candidato en liza, James Soong, del Partido Popular (PFP), obtuvo malos resultados.

La victoria de Tsai, profesora de derecho de 59 años, podría provocar una crisis con China, que considera a la isla una provincia rebelde y amenaza con tomarla por la fuerza. El PPD tiene sus raíces en el movimiento independentista y se opone a las estrechas relaciones que mantenía estos últimos años con Pekín su antecesor, Ma Ying-jeou. Ma no podía volver a presentarse al cargo después de dos mandatos.

El PPD también lidera el cómputo de votos para el Parlamento por delante del Kuomintang, que hasta ahora siempre había tenido mayoría. Los resultados definitivos aún no se conocen.

PARTIDO NACIONALISTA ACEPTA DERROTA ELECTORAL

El Partido Nacionalista —cercano a Beijing— aceptó hoy su amplia derrota en las elecciones presidenciales en las que Tsai Ing-wen, la candidata del Partido Progresista Democrático (PPD), llevaba una clara ventaja para ser la primera presidenta mujer de Taiwán.
El presidente saliente, el nacionalista Ma Ying-jeou, ha cumplido ocho años en el poder y no puede postularse para un tercer período.

Por su parte, el resultado de la contienda por una mayoría en la Legislatura de 113 escaños sigue siendo incierto, con independentistas y partidos más pequeños representando una amenaza tanto a nacionalistas como al PPD.

El triunfo de Tsai podría regresar al poder al principal partido de oposición después de ocho años de gobierno del mandatario nacionalista Ma Ying-jeou, quien está impedido constitucionalmente para buscar otro período en el cargo.

«Taiwán y China necesitan tomar algo de distancia», dijo Willie Yao, un ingeniero en informática que votó en Taipéi por Tsai. «El cambio de presidente significará que todavía los taiwaneses tomarán la decisión».

La victoria de Tsai introduciría nueva incertidumbre en la complicada relación entre Taiwán y la parte continental de China, la cual reclama que la isla es parte de su territorio y amenaza con utilizar la fuerza si ésta declara su independencia de manera formal.

«Esto no se trata de derrotar al otro partido. Esto se trata de trabajar para superar los obstáculos en el camino de Taiwán», dijo Tsai a partidarios reunidos bajo la lluvia durante un acto de campaña la noche del viernes frente al edificio de la oficina presidencial en el centro de la capital, Taipéi.

Tsai prometió mantener el estatus quo de independencia de facto de la isla de 23 millones de habitantes.

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