Barcelona
Agencia dpa
El partido de Artur Mas, Convergencia Democrática (CDC), rechazó hoy proponer un candidato alternativo para presidir el Ejecutivo de Cataluña después de que éste no lograra los apoyos necesarios para gobernar la región del noreste de España.
La formación catalana, integrada en la coalición secesionista Junts pel Sí, no accederá a la petición del partido anticapitalista CUP, que tiene la llave de la investidura de Mas y que ayer rechazó apoyarle.
A falta de que se pronuncie oficialmente la otra formación integrada en Junts pel Sí, Esquerra Republicana, todo apunta a que Cataluña se verá abocada a unas nuevas elecciones en marzo por la imposibilidad de formar Gobierno tras las celebradas el 27 de septiembre.
«La pelota, después de haber negociado a fondo, continúa en manos de la CUP, y si no, la tendrán los ciudadanos de Cataluña», dijo en rueda de prensa el coordinador general de CDC, Josep Rull.
El partido de Mas informó hoy de que Junts pel Sí, que se fraguó para concurrir a los comicios de septiembre y convertirlos en un plebiscito separatista, se reunirá el martes para estudiar la situación. Será entonces cuando previsiblemente Mas haga oficial la decisión. De momento, no hay convocado un pleno de investidura.
La CUP insistió hoy en que todavía hay margen para que se proponga a un candidato alternativo a Mas -más afín a los anticapitalistas- que permita formar Gobierno y dar continuidad el proceso independentista impulsado en Cataluña en los últimos años.
La vista está puesta en ERC. Desde esta formación secesionista de izquierdas pidieron hoy a Mas que se «eche a un lado» y que ceda la presidencia a otro miembro de su partido, según apuntó en Twitter su «número dos» en el Congreso de los Diputados, Joan Tardá.
Desde CDC arremetieron fuertemente contra la CUP, que desde el principio había asegurado que no apoyaría un Gobierno encabezado por Mas, a quien rechazan por los recortes perpetrados por su Ejecutivo y por los casos de corrupción que salpican a su partido.
«La CUP ha decidido que era más importante la ideología que la independencia (…) La decisión que ha tomado la convierte en la gran aliada de los poderes fácticos del Estado (español) para echar al presidente de Cataluña», dijo Rull.
Unos nuevos comicios en Cataluña paralizarían el proceso independentista impulsado por Mas en los últimos años en la región.
Desde el Gobierno español, el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo que confía en que la repetición de las elecciones sea una oportunidad para «volver a la sensatez» y poner fin al proceso.