Madrid
Agencia dpa

Una semana después de las elecciones en España, Mariano Rajoy recibió hoy a los líderes de los partidos emergentes en el palacio presidencial La Moncloa sin lograr un acercamiento que le permita albergar esperanzas de poder formar Gobierno.

A primera hora de la mañana (local) se reunió con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien le comunicó su rechazo a apoyar un posible Ejecutivo encabezado por su formación. «No vamos a permitir ni por activa ni por pasiva que gobierne el Partido Popular (PP)», dijo el izquierdista tras el encuentro, de casi dos horas.

Poco más tarde, el jefe del Ejecutivo en funciones recibió en La Moncloa al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, quien dejó la puerta abierta a una posible abstención en la investidura de Rajoy para permitirle gobernar a cambio de condiciones.

«No vamos a apoyar un Gobierno de Rajoy, pero si hubiera posibilidad de poner en marcha la legislatura, nos abstendríamos», explicó el líder del partido de centro-derecha.

Los encuentros se enmarcan en la ronda de contactos que Rajoy lleva a cabo con los principales líderes políticos españoles para tratar de llegar a un acuerdo de Gobierno tras las elecciones generales, que dejaron al país al borde de la ingobernabilidad.

Los comicios los ganó el Partido Popular (PP) de Rajoy, que obtuvo 122 escaños de los 350 que tiene el Congreso de los Diputados, lejos de la mayoría absoluta. En segunda posición quedó el Partido Socialista (PSOE), con 90, seguido de Podemos (69) y Ciudadanos (40).

El escenario es todavía abierto. Al rechazo de Iglesias y Rivera, se une el del socialista Pedro Sánchez, con quien Rajoy se reunió la semana pasada.

El jefe del Ejecutivo en funciones defendió hoy ante los líderes emergentes que «el mandato democrático» de las urnas es que él encabece el próximo Ejecutivo. Pero si no consigue los apoyos necesarios para formar Gobierno, el PSOE podría intentarlo con Podemos y fuerzas nacionalistas.

La situación en Cataluña en pleno desafío independentista es un escollo en estas negociaciones, especialmente a raíz de la propuesta de Podemos para celebrar un referéndum sobre la secesión en la región española.

Hoy, Iglesias reiteró que no renunciará a ese punto para facilitar un acuerdo con el PSOE y arremetió contra el partido liderado por Pedro Sánchez, que hoy se reunió para trazar las principales líneas de su política de pactos.

«El PSOE debería dejar de hacer teatro (…) Si van a permitir que Rajoy gobierne, que se lo digan a los españoles de una vez», dijo. «Tengo la impresión de que se está fraguando un bloque inmovilista a tres que ignora las necesidades de la gente», añadió en alusión a PP, PSOE y Ciudadanos.

Rivera confirmó que su partido no formará parte de ningún Gobierno que no encabece y se comprometió a hacer «una oposición responsable y útil». «He pedido a Rajoy que si hay alguna novedad o cambio de posición en el PSOE que permita ir a una mesa de diálogo para arrancar la legislatura, nos llame», dijo.

La principal línea roja del líder de Ciudadanos, quien hace unos días propuso abrir una mesa de diálogo con el PP y el PSOE para buscar acuerdos, es la unidad de España ante el desafío de Cataluña.

«Estoy abierto a escuchar, pero marcando una línea roja infranqueable: la unión de todos los españoles no se negocia», dijo hoy tras su encuentro con Rajoy, con quien coincide en este punto.

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