Moscú
Agencia dpa
Rusia rechazó las acusaciones de Turquía de que Moscú estaría llevando a cabo una «limpieza étnica» en Siria, que consideró indignas y sin fundamento.
Esas declaraciones de Turquía muestran «la total desconexión de la cúpula turca de la vida y de la realidad», dijo la portavoz del Ministerio de Exteriores en Moscú, Maria Sajarova.
El primer ministro turco, Ahmed Davutoglu, culpó ayer a Rusia de perseguir a las minorías árabe sunita y turcomana en el norte de Siria para proteger sus bases militares en la región.
Al mismo tiempo, Sajarova acusó a Turquía de una grave violación del derecho internacional en Irak, en referencia al envío de 150 soldados y 20 tanques turcos al norte de Irak la semana pasada.
Ankara asegura que se trató de una rotación rutinaria de sus entrenadores militares, pero el Gobierno en Bagdad insiste en que el envío se realizó sin permiso de las autoridades iraquíes.
Las acusaciones suponen una nueva escalada en la ya tensa relación entre Moscú y Ankara tras el derribo por las fuerzas turcas de un avión ruso en la frontera con Siria hace dos semanas.