Túnez
Agencia dpa
El primer ministro de Túnez, Habib Essid, advirtió hoy que su gobierno reforzará de forma estricta el toque de queda y las medidas antiterroristas tras el atentado que ayer causó la muerte a 12 miembros de la guardia presidencial en la capital, Túnez.
«El acto terrorista pretendía hacer tambalear la estabilidad del Estado y apuntaba a la presidencia», dijo Essid tras la reunión con la célula de crisis de su gobierno.
El presidente Beji Caid Essibsi volvió a imponer el estado de emergencia anoche después del ataque perpetrado en el corazón de la capital contra el bus que trasladaba a los miembros de la guardia presidencial.
Essibsi anunció asimismo un toque de queda en Túnez y su periferia.
En el centro de la ciudad, la vida volvía hoy lentamente a la normalidad. La avenida principal, Habib Bourguiba, estaba cerrada al tráfico, pero se abrió la avenida adyacente, Mohammed V, donde tuvo lugar el atentado.
En tanto los investigadores están examinando el cuerpo sin vida de una décima tercera persona para determinar si se trata de una víctima civil o del atacante suicida. Los agentes creen que se trató de un atentado suicida.
Se trata del tercer ataque con mayor número de víctimas de los perpetrados por los yihadistas en Túnez, el único país que se considera que tuvo éxito tras las revueltas en los países árabes (2010-2011).
En los ataques contra turistas extranjeros en el museo del Bardo en marzo pasado y contra un hotel en Susa, en junio, murieron 60 personas. Entonces se impuso el estado de emergencia que expiró en octubre.
El Ejército del país está embarcado en una campaña contra milicianos islamistas y sus escondites cerca de la frontera argelina.
Túnez está considera además el país que más combatientes extranjeros yihadistas tiene en la guerra civil siria. Las autoridades estiman que son unos 3 mil.