BANGKOK, Tailandia
AP

Una corte militar tailandesa acusó hoy a dos hombres que según la policía llevaron a cabo un atentado con bomba en un templo de Bangkok en el que murieron 20 personas y 120 más resultaron heridas.

El atentado del pasado 17 de agosto en el popular templo de Erawan fue uno de los incidentes violentos más letales registrado en Bangkok en décadas. Las autoridades se han negado a calificarlo de acto de terrorismos por el aparente temor de que pueda afectar al turismo, uno de los pilares de la economía nacional.

Los dos hombres, identificados como Bilal Mohammad y Mieraili Yusufu, fueron acusados de 10 cargos —ninguno de ellos de terrorismo— relacionados con la explosión. Entre otras cosas, se les acusa de conspirar para detonar bombas y de cometer asesinato premeditado, dijo Chuchart Kanpai, abogado de la defensa.

Ambos acusados han sido descritos por funcionarios como de etnia uigur, procedente de la región china de Xinjiang, en el oeste del país. Aseguran que la explosión fue una venganza de una red de contrabando de personas contra las autoridades tailandesas por frenar sus operaciones.

Las autoridades tailandesas señalan que el ataque no tuvo motivos políticos o religiosos pero en torno a la teoría policial abunda el escepticismo por las filtraciones, contradicciones, errores y los secretos que rodean la investigación.

Los dos hombres están detenidos en una base del ejército desde sus arrestos en agosto y septiembre.

Los medios de comunicación no pudieron acceder a la corte militar hoy y la lectura de cargos se produjo antes de la llegada de los sospechosos, apuntó Chuchart, su letrado.

Los dos enfrentarán un juicio en una corte militar, donde se han presentado los casos de seguridad nacional desde que el ejército ocupó el poder en un golpe de estado en mayo pasado.

El exdirector de la Policía Nacional, Somyot Poomphanmuang, dijo antes de su retiro en septiembre que el caso contra los dos acusados estaba respaldado por imágenes de circuito cerrado de televisión, testigos, coincidencias de ADN y evidencias físicas, además de por sus confesiones.

Imágenes tomadas por cámaras de seguridad en el templo Erawan muestran a un hombre vestido con una camiseta amarilla sentado en un banco en el santuario, que se quitó una mochila negra y luego la dejó atrás cuando se puso en pie y se alejó de la escena. Las marcas temporales muestran que salió del templo minutos antes de la explosión, que ocurrió durante la hora punta y en una zona céntrica de Bangkok que estaba llena de gente.

La policía cree que Bilal es el hombre de la camiseta amarilla que colocó el artefacto explosivo y que Yusufu lo habría detonado.

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