La Habana
Agencia dpa
El gobierno de Cuba responsabilizó hoy a las políticas migratorias de Estados Unidos hacia la isla de la situación de los inmigrantes cubanos que se encuentran varados en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, según difundió la televisión oficial.
«Estos ciudadanos son víctimas de la politización del tema migratorio por parte del Gobierno de los Estados Unidos, de la Ley de Ajuste Cubano y, en particular, de la aplicación de la llamada política de «pies secos-pies mojados», señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex).
El comunicado oficial consideró que esa legislación estadounidense «confiere a los cubanos un tratamiento diferenciado y único en todo el mundo, al admitirlos de forma inmediata y automática, sin importar las vías y medios que utilizan, incluso si llegan de manera ilegal a su territorio».
La Ley de Ajuste Cubano, promulgada en 1966, otorga a los cubanos la residencia permanente en Estados Unidos y facilidades laborales y sociales, mientras que la legislación conocida popularmente como «pies secos, pies mojados», acepta a los emigrantes cubanos que toquen territorio estadounidense y en y cambio devuelve a la isla a los que son interceptados en alta mar.
La diplomacia cubana afirmó que los cubanos que se encuentran varados en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua se convirtieron en «víctimas de traficantes y de bandas delincuenciales, que de manera inescrupulosa lucran a partir del control del paso de estas personas por Sudamérica, Centroamérica y México».
El Minrex cubano aseguró que ha mantenido «permanente contacto» con los gobiernos de los países implicados, con el objetivo de «encontrar una solución rápida y adecuada» que tome en consideración «el bienestar de los ciudadanos cubanos».
La Cancillería cubana garantizó a los ciudadanos cubanos «que hayan salido legalmente del país y cumplan con la legislación migratoria vigente» la posibilidad de retornar a Cuba.
Desde hace tres días, casi 2.000 cubanos están varados en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua en espera de una solución a su problema de tránsito ilegal hacia Estados Unidos.
El Gobierno nicaragüense no accedió a recibir a los migrantes, que llegaron desde Ecuador tras cruzar ilegalmente las fronteras de Colombia y Panamá guiados por traficantes que les cobraron por llevarlos hasta Estados Unidos.